El mundo de la odontología es uno de los campos en los que la tecnología digital tiene mucho que aportar. Y es que, según datos de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria, el 60 % de las clínicas dentales y la mayoría de laboratorios están apostando por el desarrollo de herramientas digitales tales como las impresoras 3D y las cámaras intraorales.
Es el caso de Cambra Clinic en Barcelona. “La tecnología llega para hacernos la vida más fácil y supone un impacto radical tanto en el diagnóstico como en la ejecución”, señala a Consumidor Global Víctor Cambra, médico odontólogo y codirector de esta clínica catalana.
Fabricar dientes con una impresora 3D
En el campo de la radiología los avances en tecnología digital gracias a las cámaras intraorales permiten obtener más información sin repercutir en el paciente. “Podemos obtener mucha más calidad con menor radiación, además de ser más económico para el paciente al tratarse de aparatos más asequibles, ya que empieza a haber mucha competencia en el sector”, apunta Cambra.
Por otro lado, en la ejecución, la gran revolución es la fabricación de dientes a través de impresoras y fresadoras 3D. Y es que el trabajo manual del dentista en sí no ha cambiado, lo que sí se ha renovado gracias a estos avances es la fabricación de los dientes. “Antes todo se hacía de forma tradicional y artesanal y se necesitaba mucho tiempo. Ahora, el diseño se hace en un ordenador y lo fabrica un robot en menos de una hora”, describe el odontólogo.
Reducir tiempos
De este modo, una de las principales ventajas que ofrece la odontología digital frente a la tradicional es la reducción de tiempos, así como la “repetibilidad”, es decir, la oportunidad de hacer cuantas copias se quieran de un diente “por si surge cualquier complicación”.
Otro punto a tener en cuenta es la calidad, la cual es “extremadamente más alta, ya que se utilizan mejores materiales que acumulan menos placa bacteriana”, indica el doctor Cambra. En cuanto a precios, la fabricación de un diente con impresora digital puede oscilar entre los 800 euros y los 1.200 euros en Cambra Clinic.
El futuro de la odontología
Sobre los retos futuros de la odontología, Cambra aclara que “el trabajo manual de los dentistas no puede cambiar”, pero sí los tiempos de espera de los pacientes. “El objetivo es que en menos de una hora se tenga el diente definitivo para colocarlo y así ahorrar visitas constantes del paciente a la clínica”, subraya el odontólogo.
Finalmente, el doctor reivindica el lado preventivo en la salud. “En España está muy extendida esa cultura de ir al médico cuando nos duele algo y lo correcto es ir antes. Hay que ser preventivo y para ello el dentista debería ser más accesible, como en otros países europeos en los que está cubierto por los seguros”, concluye.