Las rutinas de belleza parecen complicarse cada año que pasa. Después del éxito de los roll-on de jade, hay otro fenómeno superventas que se ha puesto de moda entre las influencers y tiktokers del mundo beauty: las ice balls o bolas de hielo.
Una de las encargadas de impulsar la fama de este producto fue la modelo Irina Shayk cuando subió un vídeo en su perfil de Instagram sobre su rutina cosmética básica. En él, mostraba su ice ball de la marca Nicola Caroline que cuesta 30 euros y que, supuestamente, sirve para descongestionar el rostro. “Así nos despertamos en Rusia”, sugería Shayk mientras se frotaba la cara con el utensilio y advertía de que “si se os ponen rojas las mejillas, no os asustéis, es normal”. Pero, ¿qué opinan los profesionales sobre esta tendencia?
El ‘skin icing’
Los romanos lo tenían claro. El cambio de temperatura favorece a la circulación sanguínea, por eso sus termas tenían tres etapas: caldarium, tepidarium y frigidarium. Es decir, pasaban del calor al frío. Y la mecánica no ha cambiado con el paso de los milenios, aunque ahora se le llama skin icing.
Y para llevar a cabo esta técnica en el siglo XXI se han inventado las ice balls que tienen diferentes formas, según la marca que las venda. Por ejemplo, la ice ball de Nicola Caroline es una bola de plástico hueca que se abre en dos mitades y en la parte de arriba tiene un pequeño agujero que sirve para rellenar la esfera con agua. Después, se mete en el congelador y en unas horas está lista para usarla. Además, como el vídeo de Shayk tuvo mucha repercusión, algunas empresas han copiado la forma y han lanzado al mercado utensilios similares. Es el caso de la firma Your Are The Princess, que vende una ice ball idéntica por sólo 5,49 euros. Y el otro modelo que se vende tiene forma de sonajero de bebé. En este caso, el accesorio no se rellena de agua, sino que ya va con un líquido incorporado. Su precio varía dependiendo de la marca, pero oscilan entre los 40 a los 15 euros.
¿Es efectivo?
Según el equipo cosmetológico de You are The Princess, las bondades de su bola son infinitas: ayuda a cerrar los poros, a combatir las arrugas, aumenta el flujo sanguíneo, reduce el acné y las manchas, las ojeras y las bolsas y es ideal para preparar el cutis antes del maquillaje. “Las ice balls, como cualquier dispositivo de masaje, pueden resultar beneficiosas para activar la microcirculación sanguínea y drenar tejidos. De hecho, el masaje en frío se utiliza para aliviar hematomas y la inflamación postquirúrgica”, afirma la dermatóloga Montse Fernández Guarino, que trabaja en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
Según esta experta, “las ice balls sólo tienen repercusiones positivas para aliviar la hinchazón de los párpados y activar la circulación sanguínea en el rostro”. Por ello, añade, no tiene sentido que se publicite este utensilio para cerrar poros, tratar arrugas, acné, manchas o imperfecciones. “Cada uno de estos problemas tiene un origen diferente y tratamientos más complejos”, insiste.
Otros métodos más efectivos, pero más caros
La farmacéutica Míriam Organero, fundadora de FarmaEduca señala que las ice balls son “un poco rudimentarias” y que hay muchos productos que consiguen los mismos efectos y “ninguno de ellos es sólo agua”. De hecho, esta experta sugiere apostar por dispositivos tecnológicos para la limpieza y relajación facial, como los de Foreo, porque, al menos, hay cierta “innovación detrás”. Aunque estos aparatos superan los cientos de euros y no están al alcance de todos.
Pero si se opta por unas ice balls, lo que sí advierte es que se tenga cierto cuidado porque “el contacto del hielo en la piel puede producir quemaduras”. Por ello, según Organero, las ice balls con forma de sonajero son mejores, ya que no hay contacto directo del hielo con la piel Y si se quiere aplicar el formato de la modelo Shayk, “que sea con algo entre medias, como un paño, y durante unos pocos segundos”.