Después de un parto, las madres se enfrentan a muchos cambios, se plantean nuevas preguntas y afrontan nuevas inquietudes. Por eso es importante acudir a las revisiones para verificar que el cuerpo está recuperando, poco a poco, la normalidad. Así lo explica el Dr. Juan José López-Galián, jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud San José.
Este experto cuenta a Consumidor Global que deben hacerse dos revisiones fundamentales, la primera de ellas “en torno a las dos semanas” después de dar a luz. “Lo más importante de la primera visita es evaluar los aspectos fisiológicos del puerperio: sangrado, episiotomía si la hay, o cicatriz en caso de cesárea y lactancia”, describe. Por otra parte, si el parto ha sido por cesárea, es necesario comprobar “la correcta cicatrización, ausencia de hematomas o seromas, o signos de infección”. Por ello, debe hacerse algo antes, a los 10 días aproximadamente.
Segunda revisión a las seis semanas
La segunda visita, explica el doctor, debe llevarse a cabo después del periodo de cuarentena (que se prolonga por unas 6 semanas). Dicho periodo debe afrontarse “como una etapa compleja, con muchos cambios fisiológicos y psicológicos asociados al bienestar del recién nacido y a la recuperación física de la madre”, tal y como describe López-Galián.
Por ello, destaca la importancia de contar con el apoyo del entorno familiar y de matronas y ginecólogos, que pueden ayudar a “superar las dificultades que puedan aparecer”.
Síntomas habituales
López-Galián explica que es necesario dar pautas a las madres para que éstas sepan cuáles son los síntomas normales tras el parto y cuáles no. “Es normal tener molestias en la región perineal si ha sido parto vaginal (episiotomía, hemorroides...) pero que ceden con los calmantes habitualmente recomendados”, apunta.
También puede haber “sangrado vaginal moderado en descenso según pasan los días”, así como “algún pico de fiebre por la subida de la leche” o por las molestias asociadas a este proceso y a la succión del recién nacido. Por otra parte, apunta el especialista, algunas mujeres pueden experimentar “debilidad en la musculatura y suelo pélvico, que se van recuperando de forma pasiva en las primeras semanas postparto”.
Depresión postparto
Otro asunto que afecta a muchas madres después de dar a luz la depresión postparto. Al respecto, el experto de QuirónSalud explica que los cambios en el estado de ánimo son hasta cierto punto habituales. Los chequeos médicos pueden ayudar a identificar “precozmente a las pacientes propensas, de manera que se les pueda ofrecer apoyo y tratamiento lo antes posible”. Esta depresión postparto puede afectar, especialmente, a las madres primerizas después de la primera cesárea.
Para que los cambios en el estado de ánimo no evolucionen a una depresión postparto, el experto de QuirónSalud afirma que también juegan un papel importante “el entorno familiar y el entorno social”.
La importancia del entorno
Este sentido, López-Galián recomienda “procurar rodearse de un entorno familiar que ofrezca apoyo y comprensión, así como de los consejos de matronas y médicos para saber identificar la evolución normal del puerperio y la lactancia y poder de esta forma superar las dificultades que se presentan en este periodo”.
Los procesos iniciales, afirma este ginecólogo, son los más complejos y pueden marcar la evolución posterior. Por ello, es importante que las madres también se apoyen en el criterio médico. “En general no suelen mostrar reticencias y suelen ser muy receptivas a los consejos médicos a la hora de conocer cuáles son los síntomas normales y la evolución del proceso”, reconoce López-Galián.