Buscar comidas que sean saludables sin renunciar al sabor es el gran reto de toda dieta healthy, para no caer constantemente en el trío manido de lechuga, tomate y frutas. Sota, caballo y rey. Helzi intenta escapar de ese trío. Es una marca dependiente de Kilmanjaria, cuyo CEO explicó a Consumidor Global que pretende que “el consumidor pueda pedir lo que quiere y de calidad”.
En el equipo editorial hemos probado tres platos de Helzi, tres de sus best sellers, según la compañía: el ramen de konjac, los tacos keto de bristek y la ensalada de judías con foie y almendras. Los tres son saciantes y ninguno pasa de los 12 euros. Pero ¿son una buena opción para pedir a domicilio y salir del marco mental del sushi o pizza?
Envases sostenibles: primer tanto de Helzi
En primer lugar, hay que aplaudir el compromiso, a nivel medioambiental, del grupo: tanto las bolsas como los tápers en los que la comida viene envasada son de cartón, mientras que las servilletas son de papel reciclado. Además, los envases vienen convenientemente sellados para que el riesgo de derrame sea nulo. Una vez que se abre la bolsa, un olor cautivador invita a dejarse sorprender por los platos.
El pedido también trae palillos. Por último, incluyen una pequeña nota en la que Helzi especifica que, si los platos han llegado fríos a su destino, con 30 segundos al microondas será suficiente. Los tres platos que hemos probado son ideales para compartir en pareja, por lo que cada uno pagaría unos 15 euros.
Ramen: una sopa reconfortante donde lo mejor es la ternera
En Consumidor Global hemos empezado con el ramen. No hay ninguna razón especial para comenzar con él, pero en los días fríos siempre sienta bien un caldo reparador. Antes de valorarlo, es conveniente precisar que la comida asiática no tiene por qué gustar a todo el mundo y que el ramen puede llegar a empachar, aunque la pasta de konjac que lleva (elaborada a partir de las raíces de una planta asiática), una suerte de fideos gelatinosos, no tiene carga calórica.
De los tres platos que hemos probado, es el que menos ha brillado. A grandes rasgos, es una sopa de verduras que lleva huevo (muy poco hecho, lo que puede echar para atrás a determinados consumidores), jengibre y generosos trozos de ternera. El ramen cuesta 11,90 euros, un precio aceptable, pero que tampoco enamora.
Tacos de lechuga
De segundo, unos tacos. Cuestan 11,90 euros. En la filosofía de Helzi está la idea de subvertir platos tradicionales, así que sus tacos no podían ser menos: en vez de tortitas de maíz, se montan sobre una hoja de lechuga (firme y perfectamente fresca). Dicha hoja es convexa, lo que facilita que se sirva el bristek, la carne extraída de la parte inferior del pecho de la ternera. La de Helzi está muy jugosa, muy blanda, tanto que se deshace en la boca.
Además, está aderezado con semillas de sésamo y trocitos de pimiento rojo, una muestra que revela el esmero de los cocineros de Helzi. En cuanto a su información nutricional, el plato tiene 6,3 gramos de proteínas, 3,5 hidratos de carbono y 2,5 gramos de grasas.
Salsas para acompañar
Los tacos vienen, además, con salsa tzatziki (una receta griega similar a la salsa de yogur, pero que incorpora pepino) y hojas de remolacha. El sabor de las segundas es excesivamente fuerte, por lo que nuestra recomendación es no pasarse con ninguno de los dos condimentos para que no eclipsen el gran sabor del bristek con la lechuga.
La cantidad es idónea: una alimentación saludable también pasa por el equilibrio entre los ingredientes y no subrayar los que, a priori, más nos podrían gustar, como el bristek.
Una ensalada original y divertida
Para terminar, el menú se cierra con una ensalada de judías con foie y almendras (9,90 euros). Nos ha parecido el plato más original, trabajado y sobresaliente de los tres que hemos degustado. La ración es abundante, no está ni fría ni caliente, y el foie es tan sólo una pincelada, una presencia muy pequeña.
Las judías están realmente buenas, cortadas en finas tiras muy tiernas, por lo que la sensación es más de estar comiendo espaguetis que ensalada. La mezcla con las almendras (aunque no hay muchas) es muy armónica, pero con un punto salado.
Un menú saludable y bueno, pero no tan barato
En definitiva, los productos de Helzi son asequibles, no baratos en un sentido estricto, pero sí de una gran calidad. Para comer sano y variado, es una experiencia satisfactoria.
Además, admitimos que nos hemos quedado con ganas de probar la boloñesa de calabacín (14,90 euros, el plato más caro de su carta), una receta más clásica elaborada con carne premium 100% de ternera y "queso parmesano del bueno". No llega a los seis gramos de proteínas ni de hidratos de carbono, mientras que la cantidad de grasas es 3,6 gramos. Asimismo, los que quieran cerrar con un brindis pueden optar por una opción sin alcohol ni azúcar, pero mucha lima: Kombucha Miwi Mojito (3,50 euros).