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Heineken se disculpa por aumentar su negocio en Rusia pese a la guerra y promete rectificar
El grupo cervecero utilizó la marca Amstel y aprovechó las salidas del país de Coca-Cola o Pepsi para lanzar nuevos refrescos
La cervecera Heineken ha pedido disculpas tras la polémica generada en torno a su división rusa, que lanzó nuevos productos en el último año a pesar de la guerra en Ucrania, aumentando de este modo su negocio. Ahora, Heineken ha afirmado que mantiene su “promesa de dejar Rusia” cuando cierre un acuerdo con un nuevo propietario antes de verano.
Se trata de un mercado importante para la empresa: Heineken lleva 20 años en Rusia y el negocio en el país representa alrededor del 2 % de sus ventas globales. En un comunicado publicado en su web, Heineken ha señalado que lamenta si la promesa de abandonar Rusia ha provocado “preguntas e inquietudes sobre nuestras intenciones” pero que, consideran, no son ambiguos respecto a este tema.
Sustitución de la marca Heineken por Amstel
No obstante, Heineken, que retiró la marca del mercado ruso pero la sustituyó con nuevos productos como las variantes de Amstel, sí ha reconocido que debería haber sido "más clara sobre la necesidad de introducir nuevos productos" y que "las preguntas planteadas al respecto son comprensibles".
"Nos damos cuenta de que esto ha creado ambigüedad y dudas sobre nuestra promesa de abandonar Rusia. Pedimos disculpas por esto", han añadido. Estas disculpas llegan después de que la plataforma de investigación periodística Follow the Money (FTM) denunciase que Heineken sigue invirtiendo en Rusia, donde incrementó su negocio tras la retirada de marcas como Budweiser y Carlsberg.
Vender el negocio “en la primera mitad de 2023”
Según FTM, la cervecera lanzó al menos 61 nuevos productos a lo largo del año pasado, a pesar de prometer que dejaría el país. Además, Heineken habría aprovechado la salida de Coca Cola y Pepsi para introducir refrescos sin alcohol. Por eso, ahora ha asegurado que trabaja “trabaja arduamente para vender el negocio" , y quiere lograrlo "en la primera mitad de 2023".
Además, justificó su permanencia Rusia con el argumento de “asegurar el sustento futuro” de sus casi 1.800 empleados en ese país, que sufrirían las consecuencias de una suspensión o detención repentina de las actividades de Heineken porque "el negocio quebrará rápidamente”. Es una estrategia similar a la de Alcampo, que tampoco ha cesado sus actividades en el país gobernado por Vladimir Putin y, aún más, ha sido acusada de donar víveres a las tropas rusas.
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