El Parlamento Europeo y el Consejo han alcanzado un acuerdo para prohibir la publicidad engañosa de las empresas que se presentan como sostenibles. El objetivo es desterrar el greenwashing y ofrecer a los consumidores una información más clara sobre los productos.
Lo más relevante es que se prohibirán las declaraciones genéricas sobre el medio ambiente que no se sustenten en pruebas concretas. Se trata de afirmaciones abstractas, pero hasta ahora muy comunes, por ejemplo "respetuoso con el medio ambiente", "natural", "biodegradable", "neutro para el clima" o "eco”. Cada compañía deberá acreditar que realmente lo es.
Énfasis en la moda
Esta normativa afectará sustancialmente a las empresas de ropa. Un informe publicado en octubre de 2021 revelaba que el 39 % de estas etiquetas verdes, que aportaban un atractivo plus a las prendas, resultaban falsas porque la marca en cuestión utilizaba materiales contaminantes o textiles que en realidad no se habían producido éticamente.
Con todo, no se va a aplicar a las microempresas, es decir, a aquellas que tienen ventas inferiores a 2 millones de euros y menos de 10 empleados.
Atención a la “compensación de emisiones”
Por otra parte, la UE prestará atención a las declaraciones basadas en los supuestos sistemas de compensación de emisiones (que emplean, por ejemplo, algunas aerolíneas) que afirmen que un producto tiene un impacto neutro, reducido o positivo en el medio ambiente.
Asimismo, las afirmaciones de durabilidad en términos de tiempo o intensidad de uso en condiciones normales deberán estar demostradas. Igualmente, los productos que no sean reparables no se podrán anunciar como tal.
Recortar los conceptos que no estén basados en pruebas
Según explicó a Consumidor Global Silvia Pérez Bou, directora del Máster Ejecutivo de Dirección de Empresas de Moda (FBA) en ISEM Fashion Business School, algunas grandes empresas ya han tenido que recortar esta liberalidad conceptual en colecciones que llevaban el apelativo “Join Life”, “Commited” o “Conscious”.
Dichos claims han desaparecido de sus webs. Ahora, para que gigantes como Mango puedan lucir esos nombres, deberán aportar “todos los certificados necesarios”.