El calor es protagonista en las noches de verano, impidiendo a muchos dormir y descansar con facilidad. Es por eso que muchos hogares ya se han equipado con ventiladores y aires acondicionados para intentar soporta mejor las altas temperaturas. Uno de los gestos más habituales es encender el ventilador y que no se apague en toda la noche, algo que puede afectar a la salud de las personas.
Aunque ayude a soportar el calor y a refrescarnos, la corriente puede afectar de diversas formas. Por un lado, las personas con alergias pueden sufrir más, ya que, estos aparatos van disparando pulso y polen directamente a los pulmones. Por otro lado, el ventilador también provoca sequedad de garganta y vías nasales, ya que el aire en movimiento, y más aún el aire acondicionado, reseca la boca y las vías respiratorias.
Dolor de cabeza y resfriados
El dolor de cabeza es otro de los problemas que puede provocar el ventilador por el ruido que provocan algunos de ellos. Por otro lado, un ventilador o aire acondicionado nos ayuda a dormirnos y, bien utilizado, hace muy buen servicio. Pero si no hacemos buen uso, también corremos el riesgo de tener una contractura muscular.
Otra alerta que lanzan los expertos es el aumento de probabilidades de sufrir resfriados y otras infecciones, ya que cuando se duerme la temperatura del cuerpo desciende de forma natural. Si, además, por acción del ventilador, todavía se baja aún más, se favore la proliferación de virus y bacterias.
Cómo tener la habitación fresca
Todas estas advertencias no significan que debamos renunciar a los sistemas de climatización, pero sí que nos invitan a utilizarlos con sensatez, acompañados de una serie de recomendaciones, como ventilar bien la habitación por la mañana y bajar persianas, estores y toldos, antes de que entre el sol a calentar el ambiente.
En caso de que el ventilador no pueda programarse, una buena solución es ponerle un temporizador o un enchufe inteligente que se pueda configurar para que se desconecte pasados 30-60 minutos. De esta forma no se quedará toda la noche la corriente de aire tocándote directamente.