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Gorillas vuelve de vacaciones, aunque su modelo de supermercados fantasma sigue sin convencer
La compañía alemana de entregas ultrarrápidas reabre en España después de un mes de reajustes, pero los consumidores critican sus altos precios y su mala gestión de las incidencias
Hacer la compra de la semana sin moverse del sofá, a golpe de pulgar y recibirla en sólo 10 minutos en la puerta de casa. Suena bien, pero ¿realmente es necesario y útil este servicio? Después de un mes de reajustes en el modelo, Gorillas vuelve a España tras “un descanso por vacaciones”. Sin embargo, estos supermercados fantasma de entregas ultrarrápidas siguen sin convencer a expertos y usuarios que lo ven como un servicio caro y con poca utilidad.
La plataforma suspendió el servicio en agosto después de despedir al 40% de la plantilla. Durante ese periodo, la compañía alemana ha aprovechado el parón para diseñar una nueva estrategia de negocio que logre convencer a inversores de que el modelo sí que es viable en España. Una de las medidas que ha tomado la empresa ha sido la de reducir de 20 a 12 el número de almacenes y centros de reparto en el país. Además, la compañía deja de estar presente en Alicante para centrar sus esfuerzos en Madrid, Barcelona y Valencia.
Un modelo que no convence en España
“Todas estas medidas forman parte del objetivo de Gorillas de obtener beneficios operativos a nivel de grupo en el verano de 2023”, indican fuentes de la compañía a Consumidor Global. En contra del optimismo que muestra la empresa en cuanto a su futuro en el país, algunos expertos en logística como Cristian Castillo, profesor de la UOC, dudan de la viabilidad de estos supermercados fantasma.
Castillo cree que la entrega ultrarrápida no está asentada en España de la misma forma que en otros países como Reino Unido o Alemania. “Cualquier empresa como Gorillas tiene que superar una barrera de penetración de mercado con los consumidores”, ya que, según el experto, la dinámica que utilizan Gorillas, Getir o Gopuff no ha calado en el consumidor.
Entregas rápidas y presión sobre los repartidores
En opinión del profesor, esta práctica de entrega en menos de 15 minutos debería desaparecer. “No tendría que haber necesidad de recibir una compra urgente en ese plazo, lo único que se genera son prisas de los repartidores”, manifiesta Castillo. Uno de los trabajadores de Gorillas que sufrió el ERE de este verano explica a Consumidor Global su experiencia en la plataforma de reparto.
“La entrega ultrarrápida se cumplía, pero en la mochila llevábamos 5 pedidos con unos 30 kilos a la espalda”, relata este repartidor y cuya identidad ha preferido no desvelar. “La presión de entregar los pedidos de forma ultrarrápida estaba desde el minuto 1 en el que comenzaba tu jornada y, aunque de forma infrahumana, se cumplían los tiempos”. En opinión del trabajador, Gorillas comenzó bien en España y aplaude la manera en la que está organizado, además del buen trato y el respeto hacia los trabajadores, pero cuestiona cómo ha evolucionado en tan poco tiempo “Nunca antes me habían tratado tan bien como en este trabajo hasta que el personal encargado y supervisores comenzaron a tomar conductas contra el personal interno, de posiciones inferiores, por exigir derechos básicos como vacaciones, no llevar un peso excesivo o bajas médicas si enfermabas”, denuncia.
Incidencias en los repartos y precios caros
Para Ari G., un consumidor que ha probado en varias ocasiones la aplicación, Gorillas sólo le parece útil si hay alguna promoción o código de descuento de al menos 10 o 15 euros. “Aunque no son de marca blanca, los productos valen casi el doble que en la tienda. Todo el mundo vive cerca de un supermercado, no lo veo muy rentable a no ser que haya alguna promoción”, subraya este cliente sobre la plataforma que, asegura, “no me soluciona ningún problema”.
En el portal de reseñas Trustpilot, Gorillas suma numerosas críticas y quejas por incidencias. Alejandra de la Oliva denuncia en esta web que su pedido no llegó por falta de información en la dirección de envío. Sin embargo, asegura que la indicó de forma correcta. “En el chat de atención al cliente me pegué un monólogo, nadie contestaba, fue bochornoso”, señala esta usuaria.
Menos almacenes y menos zonas de reparto
Sobre los reajustes de Gorillas en España, la empresa explica a Consumidor Global que en el mes de mayo centraron sus esfuerzos en Alemania, Francia, Reino Unido, Países Bajos y EE.UU, “ya que el 90% de nuestros ingresos procede de estos mercados”. Ante la reducción de almacenes y centros de reparto en España, Gorillas asegura que no afecta al tiempo de entrega, pero sí a las zonas de actividad. “Por ejemplo, si en Madrid antes entregábamos en la zona de la M-40, ahora sólo en la M-30. Nos hemos focalizado en el centro de las ciudades”.
Como cuenta el profesor Castillo, estos negocios necesitan disponer del mayor número de almacenes dentro de la ciudad. “La reducción de estos no debería ser un problema, siempre y cuando aseguren que aquellas zonas que pueden quedar fuera o con dificultad de entrega rápida no dispongan del servicio. Lo peor sería que el cliente espere un pedido en 10 minutos y no llegue, así que mejor evitarlo a través del aplicativo”, concluye este experto.
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