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Glomark Home, la empresa que “encasqueta” a ancianos colchones de miles de euros que no necesitan
Clientes denuncian que la compañía, que en teoría se dedica al marketing y la comunicación pero cuyo dueño está vinculado a otras entidades, se aprovecha de la vulnerabilidad de personas mayores
Glomark Home es una empresa de marketing y comunicación integral que aspira a “ser la marca de las marcas, haciendo que las empresas giren en torno del cliente y consiguiendo con esta política aumentar sus ventas y repercusión en el mercado”. Al menos así lo indican en su web. Se trata, no obstante, de una descripción un tanto vaga. Lo que hace realmente Glomark Home es llamar para convencer, o, directamente, para vender.
Así lo prueba una oferta de empleo publicada hace tres años, en la que la empresa anunciaba que buscaba teleoperadores. “Se precisan personas con don de gentes”, se dice en otro de estos anuncios. Un tercer post solicitaba comerciales para su oficina de Oviedo, personas que contasen “con carnet de conducir y vehículo propio, buena presencia, dinámico y con don de gentes y empatía”.
Pagos de miles de euros
Empatía. Este último requisito parece ser, en realidad, una virtud de la que Glomark carece: muchos usuarios denuncian que esta anodina compañía es en realidad un negocio oscuro que “estafa” a personas mayores, que quedan atadas a pagos gigantescos por muebles que en teoría sirven para cuidar su salud.
“Hace algo más de un año, en diciembre de 2022, vendieron a mi padre unas cremas de Derlux por cuatro duros, pero no sé cómo le acabaron encasquetando también un colchón ‘milagroso’ y unos aparatos de electroterapia o algo similar para las rodillas”, cuenta a este medio Germán Blanco. “Digo que no sé cómo lo hicieron porque mi padre falleció, y yo me enteré de eso al recoger sus cosas por casa”, revela este afectado.
Los vendedores consiguen convencer a las víctimas
El nombre de los artículos es enrevesado: presoterapia pies con shiatsu y calor, almohada de regeneración celular biorest 105, biorest System 105*108... “Mi abuela también vivía por aquel entonces, y según me dijo la cuidadora que tenían en casa, llegaron dos vendedores con el colchón directamente. Mi abuela, que estaba más lúcida que mi padre, insistió en que no firmara nada, pero él se encerró en la sala con los vendedores sin hacerle caso”, describe.
Al final el importe total ascendió a 6.100 euros a pagar en 5 años. “Al haber pasado el periodo de desistimiento, entiendo que yo estoy obligado a seguir pagando a los estafadores”, lamenta Blanco. Este afectado ha mostrado a Consumidor Global los documentos que firmó su padre, donde aparece claramente el nombre de Glomark Home. También se incluye el código de cliente y los números de delegación y contrato. Asimismo, se especifican datos personales del comprador, que aparece clasificado como pensionista.
Propietario y socios
Blanco buscó en Google “quién era esta gente”, y encontró que, tal y como refleja LinkedIn, el propietario y fundador de Glomark Home es Pelayo González Blanco, que también es propietario de la empresa cosmética Derlux y socio de un importante restaurante de Oviedo. Sin embargo, en el apartado de la política de privacidad de la web de Glomark Home no se menciona a González, sino a Julio César Suárez García.
Resulta llamativo, puesto que, según Axesor, Julio César Suárez García, radicado en Oviedo (Asturias), se dedica al “comercio al por menor en puestos de venta y mercadillos”. Blanco lo define como un “testaferro”.
“Cacharros que no necesitan a precio de usura”
A finales de año, la Unión de Consumidores de Asturias también hizo sonar la alarma. La entidad detectó que los "estafadores" que practicaban la modalidad de ventas a domicilio habían regresado por Navidad, “siendo su principal objetivo las personas mayores que viven solas, a las que les venden todo tipo de cacharros que no necesiten a unos precios de USURA, condicionando su pensión durante cuatro o cinco años que tardan en financiar un colchón o una vaporeta por importes medios superiores a los 3.000”, indicaba.
La Unión citaba en su publicación a Glomark Home como una de las empresas realizaban estas ventas poco éticas. Las acusaciones no son nuevas, ya en 2020 se publicaron informaciones que apuntaban en esa dirección. Por ejemplo, la Policía Municipal de Alcorcón publicó un tuit en el que pedía a los ciudadanos que tuvieran cuidado, ya que habían recibido “denuncias de supuestos trabajadores de Glomark Home” que contactaban a personas mayores.
Engaños para entrar en casas de mayores
“Mediante engaños consiguen ir a sus casas. Una vez allí, les coaccionan vendiéndoles productos de miles de euros”, indicaba la policía del municipio madrileño. En la misma línea, La Voz de Galicia publicaba, ese mismo año, que hasta la comisaría de Viveiro (Lugo) habían llegado denuncias parecidas.
UrgenteNews ⚠️🆘:
— 🗞️ NewsEnsancheSur® (@NewsEnsancheSur) December 11, 2020
💢.@PoliciaAlcorcon💢
🗨️ 🚨MUCHO CUIDADO🚨
Nos llegan denuncias de supuestos trabajadores de @GlomarkHome ......
【ES】
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ᴹáˢ ⁱⁿᶠᵒ 🔻 https://t.co/D6cpnrCTxJ pic.twitter.com/e1ELymIQOL
“Responsables de las empresas coruñesas de venta a domicilio Mercasaude y Glomark Home han confirmado que falsos comerciales pueden estar utilizando los datos de sus clientes”, decía el periódico gallego. Falsos: según ese medio, los estafadores podrían ser personas que se hacían pasar por empleados de Glomark, pero en realidad nada tenían que ver con ella. Esta teoría parece difícil de sostener, puesto que en los documentos mostrados por Blanco aparece con claridad el nombre de Glomark, y así lo recoge también la Unión de Consumidores de Asturias.
“Campaña de desprestigio”
La empresa, preocupada, organizó una campaña para mejorar su imagen, y en diversos medios se publicaron informaciones que loaban la labor de Glomark y mencionaban supuestos ataques contra ella. Por ejemplo, El digital de Asturias o Marketing Directo recogían que la firma había sufrido “una campaña de desprestigio social en Internet” organizada por “competidores que quieren manchar su imagen”.
De este modo, Glomark Home sería la víctima, y no el culpable. Con todo, la compañía sacaba pecho y aseguraba que había conseguido sobreponerse: “Cada día son más los negocios que confían en nuestro sistema de publicidad personal y comunicación”, indican los citados medios.
Créditos interminables
De tratarse de una campaña de desprestigio, ha sido bien orquestada y extendida en el tiempo. “Avisad a vuestros mayores: Glomark Home se mete en sus casas, les ‘colocan’ productos que no necesitan, créditos interminables y abusan de su ‘vergüenza’ por no reconocer que han sido estafados. Nosotros denunciaremos, pero, ¿cuántos ancianos se quedan hipotecados por esta gentuza?”, se preguntaba una mujer en 2021 en Twitter.
En las reseñas de Google, las valoraciones de la empresa son buenas: 3,9 estrellas sobre 5. No obstante, se repiten las mismas críticas. “El viernes fueron a casa de mi madre de 80 años a entregarle una supuesta crema que le había tocado gratis por hacer una encuesta y la liaron de tal manera que acabó firmando una compra por valor de 4.600 euros de un colchón mágico y un sillón”, decía un internauta.
De la crema al colchón
Tiene sentido que el primer gancho que activa la presunta venta abusiva sea la crema, que funcionaría como regalo envenenado y apunta de nuevo a Pelayo González Blanco, puesto que él es también propietario de la empresa cosmética Derlux.
Pero las concordancias no terminan ahí: González Blanco es también el administrador único de Biorest SL, una empresa que se dedica a la venta de… colchones. Carísimos colchones (a partir de 6.600 euros) con múltiples beneficios, capaces, en teoría, de “reciclar la energía que genera el propio cuerpo mientras duerme, devolviéndola al mismo en la forma más beneficiosa y en un amplio espectro de longitud de onda”.
Personas con demencia
“Primero llaman a tu madre, curioso que siempre llaman a gente mayor, para una encuesta. Luego en agradecimiento te dicen que te van a regalar una crema, y tu madre les da la dirección. Se presenta un tipo muy agradable trajeado que termina convenciendo a tu madre, con demencia, dicho sea de paso, que necesita un colchón milagroso y un sillón de relax, porque aunque ya tiene uno, hay que tirarlo. Y sin ponerse ni colorado le hace firmar una venta de cacharros inútiles, que no necesita, pero él le ha convencido de que durmiendo en ese colchón se le van a quitar todas las penas, por un valor de casi 5.000 euros, a una señora que cobra 700”, denunciaba otra persona en las reseñas de Google.
Consumidor Global ha contactado con Glomark Home para conocer su punto de vista y cómo justifican estas ventas, pero al término de este reportaje no ha obtenido respuesta.
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