En el supermercado hay un alud de productos de higiene íntima femenina. Aparte de las compresas, salvaslips y tampones, hay geles, cremas, toallitas y hasta incluso perfumes que se venden como el aliado perfecto para cuidar la vagina y evitar bacterias y malos olores. Pero, ¿son en realidad necesarios estos productos?
“Nuestras abuelas no disponían de este tipo de productos y presentaban la mitad de las infecciones vaginales que tenemos las mujeres ahora”, subraya la ginecóloga y obstetricia Miriam Al Abid Mendiri. Según esta experta, “el negocio de la higiene íntima vive de crear necesidades que, en realidad, no existen”.
Los pH femeninos
La región genital femenina se compone de dos zonas distintas: la zona interna o vagina y la zona externa o vulvar. Y ambas “tienen características distintas y pH distintos”, matiza Virtudes Roig, divulgadora científica y boticaria en la Farmacia Une de Valencia.
Por lo general, se habla más del pH vaginal cuando “el vulvar es el que realmente importa en la higiene, ya que el lavado se hace sobre la zona externa”, añade Roig. El pH vulvar tiene un valor constante y durante la época fértil se sitúa entre 4,5 y 5, mientras que en la menopausia alcanza el pH neutro --alrededor de 7--. Por ello, se deben buscar productos que no alteren el pH natural porque si éste se desequilibra, se daña la flora vaginal, la encargada de proteger esa zona de patologías externas, como los hongos.
¿Agua o jabón específico?
“Si una mujer está sana, recomiendo que evite utilizar cualquier gel íntimo y se limpie sólo con agua”, afirma la ginecóloga Al Abid. Además, la boticaria Roig cañade que el uso de jabones íntimos está indicado para mujeres con patologías: “ya sea con sequedad, picores, irritación o mal olor en las zonas íntimas”. No obstante, la farmacéutica subraya que en el caso de que se quiera utilizar algún producto íntimo hay que centrarse en el pH y prescindir de todo aquel que contenga perfumes y detergentes. Por ello, recomienda buscar siempre geles que tengan un pH de 5,5 o menos.
Mientras, la doctora Tere Gómez Sugrañes, ginecóloga del centro Médico Teknon, considera que el uso de un gel íntimo es cuestión de gustos y que tampoco hay que penalizar a aquellas mujeres a las que les funcione su aplicación. Sin embargo, insiste que “lavarse mucho no es bueno, pero lavarse poco tampoco” y aboga por un gel íntimo con un pH de 5,5 que respete el equilibrio natural de la flora.
Creencias incorrectas
Por lo general, muchas mujeres recurren al uso de estos geles porque consideran que su vagina produce un hedor poco soportable. Pero pensar eso, a juicio de Al Abid, es un error. “Una vagina en condiciones normales no huele mal y sólo produce mal olor cuando se padece vaginosis bacteriana”, asegura la doctora.
Esta infección se produce por una alteración de la flora vaginal y, paradójicamente, la causa más común de dicho desequilibrio es el uso de jabones o geles íntimos inapropiados. Por ello, es recomendable prescindir de estos productos o comprar aquellos que tengan el pH adecuado.