El bolsillo del consumidor continúa tocado y los outlets se han puesto, todavía más, de moda. Si bien en Semana Santa el gasto aumentó, muchos compradores miran ahora con lupa el ticket y modifican sus hábitos de compra. Zara y Mercadona han admitido que han subido los precios, los e-commerce también encarecen los envíos y el precio de la luz, aunque da algún respiro, sigue muy alto respecto a 2021.
En una situación así, cada vez hay más clientes que, para comprar ropa, recurren a los outlets, un oasis fresco en medio del desierto inflacionista.
Los ‘outlets’ de alto standing
Entre los outlets de ropa que se reparten por España, uno de los más llamativos es el del El Corte Inglés de la calle Arapiles, en el centro de Madrid. No porque sea el más visitado ni el de mayores descuentos, sino porque vende ropa de firmas exclusivas. Es decir, hay camisas de Tommy Hilfiger, polos de Giorgio Armani o cazadoras de Roberto Verino con un 50 % de descuento, pero también bolsos de Versace que pasan de costar 2.300 euros a ‘sólo’ 1.150 euros; o de Chloé, que bajan de los 1.680 a los 890 euros. Su apertura, en verano de 2021, demostró que El Corte Inglés movía algunas piezas.
“Reforzar el outlet es un cambio de estrategia, y yo creo que es inteligente” explica a Consumidor Global Gisela Ammetller, profesora de Economía y Empresa en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). “Habrá que ver cómo cala en los compradores, pero tiene bastantes números de ser un movimiento exitoso”, opina la profesora, experta en comportamiento del consumidor y marketing digital.
“Acude bastante más gente”
“El concepto de outlet siempre ha atraído, es un establecimiento con un precio inferior al que tiene el producto en el mercado, y te puedes llevar más prendas, o algunas a las que, de otro modo, no podrías acceder”, detalla la profesora. Así se rompe el quiero y no puedo. “Antes se hablaba de tiendas de saldos, con las que las empresas tenían la ventaja de sacar el stock de temporadas anteriores, y esto es el mismo concepto. Pero ahora cada vez son más atractivas para los consumidores”, opina Ammetller.
La Noria es un centro comercial dedicado al outlet a unos 10 kilómetros de Murcia. Tiene marcas como Carolina Herrera, Bimba y Lola o Levi’s. Desde esta última, Mabel cuenta que ahora “acude bastante más gente”. Bajo su punto de vista, no sólo a Levi’s, sino a La Noria en general. “Al centro acude gente que antes no venía, la situación económica es complicada y eso se nota”, argumenta. Sobre el perfil de cliente, lo que más abunda en el local de la icónica marca de vaqueros son hombres jóvenes. Ante ello, Mabel espera que sea una tendencia que se consolide y no sea sólo “algo pasajero”.
Más gente en Adidas y Tous, pero menos en Guess
Las Rozas Village, en Madrid, es otro templo de la ropa rebajada. Desde aquí, un dependiente de la tienda de Adidas explica que ahora hay más gente, pero desde hace muchos meses: “Hay un boom importante que empezó después de la pandemia, y de momento no para. La gente sigue viniendo”, cuentan, escuetamente, tras apuntar que no pueden ofrecer mucha más información: “Hay clientes a los que atender”, asegura al otro lado del teléfono.
Mientras, en Sevilla Fashion Outlet, otro complejo con muchos metros cuadrados de descuentos, “ya estamos prácticamente a los niveles de antes de la pandemia”, expresan desde la tienda de Tous de este centro. Sin embargo, no creen que se deba a un interés creciente, sino a una recuperación sostenida. Y en la tienda de Guess del mismo outlet creen que en la actualidad “entran menos clientes”. Se trata, dicen, de un mes malo en el que pesa “la electricidad y la gasolina”.
Ya no importa la temporada
Hasta hace poco, era habitual encontrar outlets en centros comerciales a las afueras de grandes urbes. Y el hecho de que pasen al centro de las ciudades, como también ocurre en Barcelona, refleja un cambio de perspectiva. “Si hay marcas premium con grandes descuentos, también se consigue atraer a turistas. No nos engañemos, incluso a la gente con mucho nivel adquisitivo le gusta tener rebajas”, considera Ametller.
Bajo el punto de vista de esta experta, también existe un cierto cambio en la mentalidad del comprador. “Cada vez importa menos si la ropa es de esta temporada o es anterior. Además, el concepto de sostenibilidad gana fuerza entre compradores y empresas”, relata. “¿Por qué no llevar unos zapatos de hace cinco años, si están nuevos?, se pregunta la profesora de la UOC.
Marcas “aspiracionales”
Quizá, donde más se nota esa atemporalidad es en las prendas más básicas o más clásicas, como en la sempiterna camisa blanca. En el Corte Inglés de Arapiles, una de Ralph Lauren pasa de 149 euros a 74. Preguntamos a Lucas, un joven elegante con pañuelo al cuello y zapatos resplandecientes que ronda la sección de trajes. “Yo vengo sobre todo a mirar, pero si encuentro algo me lo llevo”, explica. Además, revela que, al final, “este tipo de marcas son aspiracionales, así que quizá alguien que no podría comprarse algo de Prada, aquí sí puede hacerlo”.
En esta tienda, el apartado de ropa deportiva es bastante pequeño. No obstante, hay zapatillas de Asics o New Balance por debajo de los 50 euros. Iván busca una camiseta de tirantes para su novia. “Trabajo cerca, y cuando puedo, si estoy libre, me paso”, cuenta. Admite que hay cosas baratas, pero aún con rebaja, ciertos productos se escapan de un bolsillo estándar. “¿Por mirar no pierdes nada, no?”, ríe. Además, se lamenta porque ha visto unas zapatillas para correr muy parecidas a unas que se acaba de comprar. “Aquí cuestan la mitad. Si las hubiese encontrado antes, me habría quedado con estas”, expresa.
Dar salida a algunas prendas
“La verdad es que recurrir al outlet es algo que muchas marcas hacen de un tiempo a esta parte. Pensemos que les interesa dar salida a las prendas, y que el cliente es ahora más flexible”, señala Ammetller. Además, apunta que algunas personalidades de referencia, como podría ser la Reina Letizia, “puede repetir un vestido o llevar unos zapatos de temporadas pasadas, y no pasa nada. Eso, hace unos años, no estaba normalizado”, asegura.
Otro de los puntos más llamativos de El Corte Inglés de Arapiles es el de los complementos. Entre los hits, se puede encontrar una funda para el móvil de Dolce&Gabbana que pasa de los 85 a los 42 euros o una cartera de Givenchy que desciende de los 295 euros a los 147.
“Aquí hay gangas”
No obstante, en los outlets, muchas veces los mayores descuentos son para prendas de tallas muy grandes o muy pequeñas. Es, de hecho, uno de los puntos más resbaladizos. Así lo piensan Pere y Guille, dos jóvenes (media melena, pantalones chinos color beige, sudadera gris) que miran corbatas en Arapiles. “Hemos venido porque vivimos cerca, necesitábamos unas corbatas para un evento, y aquí las tienen baratas y de buena marca. Nos cuestan unos 10 euros”, expresan.
Muy cerca, Julia es una señora que, según nos explica, mira camisas para su marido. “Bonita, pero también tiene que ser ancha”, ríe. Lleva un buen rato buscando la idónea, y después tiene previsto pescar algo para ella. “Aquí hay gangas”, susurra.