Las protestas de los ganaderos por fin han dado sus frutos. Tras semanas de quejas y denuncias relacionadas con el precio de la leche, el grupo de proveedores de Mercadona como Lactiber, Covap e Iparlat e incluso la firma Pascual han comenzado a aumentar el pago por esta materia prima.
La situación de los profesionales del sector lácteo era complicada, viéndose obligados a vender la leche por un valor menor que el coste de producirla. Esto no sólo había provocado severas pérdidas y el cierre de industrias, sino que iba en contra de la Ley de la Cadena, medida impuesta por el Ministerio de Agricultura.
Una guerra por sobrevivir
Según fuentes de la Unión de Productores Agrarios (UPA), el precio de la leche se había estancado durante los últimos años en una media de 0,32 euros por litro, mientras que el coste de su producción rondaba los 0,36 euros en 2020. Un momento especialmente duro a raíz de un incremento de los costes en los piensos de las vacas, un valor que afecta al 65% del precio final de la leche.
En esta pequeña lucha, Mercadona ha aceptado incrementar el coste de sus productos lácteos en unos 3 céntimos, lo que permitirá que los ganaderos puedan sobrepasar el precio de coste al vender su leche. No obstante, el precio resultante --cerca de los 0,60 euros-- no garantiza nada a una industria muy afectada por las crisis consecutivas de las últimas décadas.