Mirar de noche el cielo estrellado recuerda la inmensidad del universo, y reconforta saber que los problemas terrenales son insignificantes para la infinidad del espacio. De niños, alguna vez, la imaginación hizo posible ser astronautas y conocer de cerca alguna estrella. Ahora, una vez se deja el cuerpo mortal, los restos cremados pueden cumplir el sueño de realizar aquel viaje espacial que se quedó en el imaginario de la infancia.
La empresa estadounidense Celestis lanza una porción simbólica de las cenizas de un ser querido al espacio cercano, a la órbita terrestre, a la superficie lunar o incluso más allá. “Usted o su ser querido se aventurarán en el espacio como parte de una misión espacial real, viajando junto a un satélite comercial o científico”, exponen desde la compañía.
Celestis
Celestis ha sido el pionero mundial y el único proveedor comprobado de servicios de vuelos espaciales conmemorativos, completando más de una docena de misiones para más de 1.000 familias en más de 20 países. Si bien el concepto de un funeral espacial se remonta a las primeras historias de ciencia ficción, fue incubado durante la década de 1980 por dos empresas: Space Services Inc. of America (SSIoA) y Celestis Group.
La primera "aprobación de misión" de la Oficina de Transporte Espacial Comercial fue en 1984 para volar una carga única a bordo del vehículo Conestoga de SSI: restos humanos cremados. Aunque finalmente no pudo realizar el lanzamiento. En 1994, los exempleados de SSIoA Charles M. Chafer y R. Chan Tysor fundaron una nueva empresa, Celestis, Inc., y anunciaron un acuerdo con Orbital Sciences Corporation para lanzar restos humanos cremados como carga útil secundaria a bordo de los vehículos de lanzamiento Pegasus y Taurus de Orbital.
El primer funeral espacial
El vuelo de los fundadores de Celestis Inc, en 1997, inauguró la era de los vuelos espaciales conmemorativos e incluyó al creador de Star Trek, Gene Roddenberry, al icono de la década de 1960, el doctor Timothy Leary, y al físico de la Universidad de Princeton, el doctor Gerard K. O'Neill, entre los 24 pioneros a bordo.
Hasta la fecha, la empresa con base en Houston (Estados Unidos) ha realizado 18 lanzamientos con éxito, haciendo realidad el sueño de aquellos que “aman la ciencia ficción, se maravillan con el espacio o simplemente anhelan ser uno con el cosmos”. No obstante, el precio puede alcanzar una cifra desorbitada, y es que el costo más caro del envío de las cenizas de seres queridos llega a casi 13.000 dólares.
Cómo se hace
Pazia Schonfeld, directora de relaciones públicas de Celestis, explica a Consumidor Global que “los restos o la muestra de ADN se colocan en una Celestis Flight Capsule individual especialmente diseñada. Luego, las cápsulas se integran en la nave espacial Celestis que, según la misión, se conecta al cohete y se lanza al espacio”.
“La empresa organiza y ofrece un evento de varios días para cada lanzamiento. Estos incluyen mezcladores, sesiones informativas previas al lanzamiento, recorridos y un servicio conmemorativo antes del día del lanzamiento”, matiza Schonfeld. Además, el día del lanzamiento, las familias se reúnen en el lugar del despegue para compartir “la experiencia de honrar y ver cumplidos los sueños de vuelos espaciales de sus seres queridos”.
Puede costar menos que un entierro tradicional
Según los últimos datos, el precio medio de los entierros tradicionales en España en 2021 fue de 3.739 euros, y una incineración cuesta, de media, 547 euros. Celestis ofrece cuatro servicios diferentes para honrar a los fallecidos. Uno de ellos recibe el nombre de Earth Rise (subida de la Tierra) por un precio de 2.995 dólares, equivalente a 2.720 euros. Por lo que se puede decir, que este funeral espacial puede costar menos que uno convencional en el planeta.
En concreto, se lanzan cápsulas de vuelo que contienen restos cremados al espacio exterior, y se devuelve como recuerdos de vuelo a familiares. Las cápsulas son propulsadas a una altitud superior a los 100 km, y experimentan varios momentos de ingravidez mientras flota libremente sobre la Tierra, entre las estrellas. Al descender, se envía un helicóptero para recuperarlas, junto con un certificado que especifica el éxito del lanzamiento. Más tarde, se proporciona un vídeo profesional de todos los eventos de la misión
Servicio de Órbita Terrestre y servicio Luna
El servicio Earth Orbit coloca la nave espacial Celestis que transporta las cenizas en órbita, donde continúa con su misión durante meses o años, finalmente vuelve a entrar en la atmósfera y se quema por completo, ardiendo como una estrella fugaz en el tributo final. “Esta misión se ha diseñado respetuosamente para evitar la creación de desechos orbitales”, resalta Schonfeld. El servicio alcanza un precio de 4.995 dólares, es decir, 4.538 euros.
Por otro lado, el servicio Luna, inaugurado en 1998, transporta los restos del ser querido a la superficie de nuestro vecino espacial más cercano. “De esta manera, se permite por primera vez en la historia humana, el almacenamiento fuera de la Tierra para ADN y archivos de datos digitales. Todas las misiones se llevan a cabo en estricto cumplimiento de las leyes internacionales y nacionales”, destacan desde Celestis. Aunque las reservas para la segunda misión ya están cerradas, su precio sale por 12.995 dólares (11.805 euros)
El servicio más caro y los próximos viajes
“El servicio Voyager (Viajero) es una verdadera misión de exploración, que envía la nave espacial Celestis con restos cremados en un viaje celestial permanente, mucho más allá de la Luna”, expone Schonfeld. Al igual que con todos los servicios de Celestis, Voyager se lanza como una carga útil "secundaria" en naves espaciales comerciales y científicas. “Debido a que las misiones al espacio profundo son complejas, relativamente raras y con recursos limitados, estas misiones contribuyen directa e indirectamente al avance de la ciencia, la exploración y la tecnología espaciales”, reconocen desde la compañía. Este servicio también tiene un precio de 11.805 euros.
Por otro lado, Schonfeld indica a Consumidor Global que los próximos viajes de Celestis serán la misión Luna 02, Tranquility, y el vuelo inaugural del viajero del espacio profundo conocido como Enterprise Flight, programado para despegar a finales de este año. El cohete llegará a una órbita heliocéntrica (solar). “Una vez se haya alcanzado esta órbita, Enterprise Flight pasará a llamarse Enterprise Station, el puesto avanzado más lejano de la humanidad, donde viajará sin fin, tal vez esperando que lo descubra una civilización distante en el tiempo”, detallan.
¿Es contaminante?
En España, Funerarias Albacete, asociada con Celestis, permitía hasta el año pasado elegir en su carta este tipo de servicio. “Ya no envíamos cenizas al espacio debido a que es altamente contaminante. Nuestra empresa está en un proceso de reducción de la huella de carbono y eso nos ha llevado a no dar este servicio”, subrayan a Consumidor Global.
Sin embargo, desde Celestis señalan al medio que “las misiones están cuidadosamente diseñadas y realizadas para no crear desechos espaciales, y los restos cremados nunca se liberan al espacio”. Las misiones que se lanzan a bordo de un lanzador comprado comercialmente tienen una licencia emitida por la COTS y la FAA que verifica que la carga útil no contribuya a los desechos orbitales. Celestis explica que sigue voluntariamente las mismas pautas que previenen la contaminación orbital de sus misiones.
La única empresa española
En 2022 surgió la empresa española Stardust Space con el objetivo de enviar las cenizas de los fallecidos al espacio, en cohetes de SpaceX. El trabajo de la firma fundada por la abogada gallega Andrea Santos consiste en la recogida de los restos, su validación y traslado a Estados Unidos, con una guardia para asegurar que no hay ningún fallo en el viaje.
La abogada estima que sus servicios estarán disponibles para contratarse a finales de 2023, pero no será apto para todo el mundo, puesto que rondará los 24.000 euros. Ya lo decía el divulgador científico más famoso de la historia, Carl Sagan, “somos polvo de estrellas que piensa acerca de las estrellas”. Y algunos consiguen volver al origen.