El cambio de sábanas es una de esas rutinas incómodas que cada persona realiza con una frecuencia distinta. La ropa y el coche se lavan cuando están sucias, la casa suele tener un repaso semanal… Pero las sábanas son una incógnita. No obstante, la doctora británica Lindsay Browning, psicóloga, neurocientífica y experta en sueño, señala que las sábanas se deberían cambiar una vez a la semana o cada dos semanas como máximo.
Esta experta menciona una encuesta en el Reino Unido que arrojó resultados sorprendentes: casi el 50 % de los hombres solteros confesó no limpiar las sábanas durante cuatro meses, mientras que el 62 % de las mujeres aseguró hacerlo cada dos semanas. En las parejas, la frecuencia sube a las tres semanas.
Las sábanas sucias atraen a los ácaros
Según ha detallado Browning, la higiene de las sábanas es especialmente relevante en verano, debido a que se suda más. Por eso, el hecho de que una persona se sienta limpia y fresca le ayuda a dormir mejor. Por otra parte, la piel elimina células muertas que se quedan en las sábanas, lo que pueden incluso atraer ácaros.
A su vez, los ácaros pueden generar molestias en la piel. Además, Browning ha explicado que a muchas personas les cuesta dormir en su cama, por lo que desarrollan facilidad para dormir en el sofá, aunque no tengan la intención de hacerlo.