Mantener la lavadora limpia es indispensable para asegurar que la suciedad o los residuos de químicos no se transmitan a la ropa que se pretende lavar. Además, conviene hacerlo para que el aparato funcione como debe y la eficiencia no quede mermada. No obstante, la mayoría de los consumidores no la limpian con la frecuencia que sería necesario, y esperan hasta que este electrodoméstico desprende un olor desagradable.
Esto se puede solucionar de forma muy sencilla: solo hace falta vinagre y bicarbonato de sodio. Basta con verter una taza de vinagre directamente en el tambor y poner una carga vacía y caliente. Para una limpieza más profunda, se puede espolvorear bicarbonato de sodio en el tambor.
Ventilar el tambor
Además, para que los olores se eliminen de forma definitiva, conviene dejar la lavadora abierta para que se ventile y se seque completamente después de un ciclo de limpieza (e incluso después de una carga regular de ropa).
Además, de vez en cuando también conviene limpiar el filtro de la lavadora. Eso conllevará enfrentarse a agua sucia, pelusas y otros restos.
Desenchufar el aparato
“Antes de limpiar el filtro de residuos, asegúrese de desenchufar la lavadora de la toma eléctrica”, recomienda Samsung en su web.
Otro lugar donde se suele acumular suciedad es en la goma de la puerta, que se queda húmeda tras cada lavado y puede llegar a criar moho. Para limpiarla, el consumidor debe estirarla bien y frotarla con una bayeta empapada en agua con lejía.