A muchas personas les gusta planear sus viajes. Disfrutan haciéndolo. Para ellas, comparar vuelos y la posible ubicación del hotel no es tedioso, sino que forma parte de la experiencia, ya que, de algún modo, al leer mucho sobre la calle de la ciudad o el país que se visitará se anticipa la emoción que se sentirá al estar allí. Para los que buscan todo lo contrario y quieren dejarse sorprender está FlyKube.
“FlyKube es más que un viaje sorpresa. Sinónimo de aventura, sorpresa, emoción y misterio, es la forma perfecta de disfrutar de tus viajes como nunca. Elige tus fechas, aeropuerto de salida y compañeros de viaje, ¡y nosotros nos encargamos del resto!”, indican en la web. No obstante, a veces las historias de misterio desembocan en relatos de terror: muchos usuarios denuncian cancelaciones unilaterales a los pocos días de viajar, destinos nada recomendables y errores con la reserva.
Viaje cancelado por la pandemia
“Para mi 40 cumpleaños, en febrero de 2020, mis amigos y mi pareja me regalaron un viaje sorpresa, todos juntos, a una ciudad de Europa que no sabríamos cuál sería hasta el último momento, y para ello eligieron la empresa FlyKube”, cuenta a este medio Alejandro Peláez. Finalmente, el viaje no pudo realizarse por la pandemia, y FlyKube les ofreció un cheque para canjearlo que sería válido hasta el 31 de mayo de 2023.
Quisieron hacerlo en 2021, pero ese año tampoco pudo ser porque no encontraron una fecha que les cuadrase a todos nosotros (“hubo repuntes de coronavirus, campañas de vacunación…”, recuerda Peláez). No es que les cancelaran el viaje esa vez, aclara, sino que no cuajó. Por eso, decidieron que su escapada sería en 2022: la fecha definitiva sería del 4 al 6 de junio de ese año.
Una operación de más de 2.400 euros
“Inocentes de nosotros, invitamos a un par de personas más para que vinieran al viaje, por lo que pagamos más a FlyKube. Al final, el coste total era de 2.420€ para que 11 personas hicieran el viaje”, recuerda este afectado. Pidieron días libres en el trabajo y prepararon todo lo necesario, pero el 1 de junio, tres días antes de salir, recibieron un mail de la empresa.
En él, Flykube lamentaba informarles de que habían recibido noticias por parte de los proveedores y les habían cancelado el viaje, así que no podría hacerse efectivo en las fechas que habían escogido. “Es por ello que os proporcionamos un cupón con el valor de vuestro viaje para que lo utilicéis en las fechas que mejor os vengan", añadían.
“Queríamos nuestro dinero”
“La verdad es que nos indignamos bastante y decidimos que queríamos nuestro dinero, no volver a confiar en que nos organizaran un viaje”, explica Peláez. Pasado un tiempo se coordinaron para reclamar el dinero de forma unitaria. Además, revisaron las condiciones, donde se indica que, en caso de cancelación por culpa de FlyKube, se retorna el dinero.
Así, llegó la fase de reclamación con un intercambio infructuoso de mails. En primer lugar, desde FlyKube pidieron el código de referencia y el mail original desde el que reservaron el viaje. Peláez se lo proporcionó, a lo que desde la compañía alegaron que ellos habían aceptado el bono como reembolso después de que les ofrecieran la opción de escoger entre el bono o el dinero.
Sin opción de escoger el reembolso en efectivo
“Les demostramos que no era verdad, con el mail original de cancelación en el que directamente nos daban el identificador del bono, pero no nos ofrecían dinero”, explica este consumidor. Es decir, que o bien un trabajador de FlyKube se equivocó en las gestiones, o bien la empresa decidió demorar, de forma consciente, una devolución de mucho dinero a la que Peláez tenía derecho.
Y eso no fue todo. Los afectados continuaron insistiendo, y desde la compañía de viajes “nos indicaron que habíamos hecho la reclamación casi un año después y que había pasado demasiado tiempo, por lo que, por sus políticas, no podían hacer el reembolso. Así que les volvemos a demostrar que no era verdad, porque nuestras primeras quejas eran anteriores y no había pasado un año. Además, la ley nos ampara aunque hubiera pasado más de año”, puntualiza Peláez.
Mediación con la Oficina del Consumidor
Al final, desde la empresa alegaron que el mail al que estaban escribiendo no era para reclamaciones y les derivaron a uno diferente. Escribieron a ese segundo correo, pero sin resultados: nunca recibieron respuesta. “Tras todo esto, pasamos a intentar que la oficina del consumidor de mi ayuntamiento mediara entre las dos partes. Hicimos el trámite, la oficina se puso en contacto con ellos y estos indicaron que querían negociar. Pero oh, sorpresa, nos volvieron a ofrecer lo mismo, un bono para viajar”, rememora Peláez.
Así, ahora se plantean presentar una denuncia en el juzgado, y están recabando toda la información necesaria.
Informaciones contradictorias
En las redes se suceden testimonios similares al de Peláez de viajeros que se quedaron en tierra y aseguran tener pruebas que muestran los datos que les dio FlyKube “y que meses después han negado”. El pasado mes de marzo, un tuitero decía tener “un serio problema con uno de vuestros productos, que está mal explicado en vuestra web y, de esta manera, resulta engañoso”.
En cambio, en el foro de valoraciones Trustpilot, las reseñas sobre la empresa son muy buenas (4 estrellas sobre 5 con más de 600 críticas publicadas). No obstante, no es difícil dar con testimonios negativos. Por ejemplo, una viajera que fue a Nápoles lamentaba que la ubicación hubiera sido “nefasta” y decía que la habitación, para ser un hotel de 4 estrellas, “era un cuchitril, pequeñísima, anticuadísima, parecía una pensión más que un hotel de 4 estrellas”.
Unas vacaciones convertidas en “pesadilla”
También hay quienes elevan el tono y, como Peláez, afirman que denunciarán. “Si queréis que vuestro viaje soñado se convierta en una pesadilla sólo tenéis que reservar con ellos. Una panda de estafadores en toda regla. Estamos preparando la denuncia para llevarla a la policía. Contratas con ellos un viaje sorpresa paradisíaco de 1.500 euros y nos mandan a Valencia, a la vuelta la esquina de mi casa, en un hotel de mala muerte a varios kilómetros de la playa andando y con la peor compañía aérea que existe”, relataba un cliente descontento.
Consumidor Global ha contactado con FlyKube para preguntar a qué achaca la empresa tanto descontento y en qué supuestos se puede cancelar un viaje programado solo con tres días de antelación, pero, al término de este reportaje, no ha obtenido respuesta.