El martes 19 de abril es un día señalado en el calendario de todos los españoles ya que significa el fin de las mascarillas en interiores. Estos cubrebocas llegaron a mediados de 2020 con la intención de protegernos ante la exposición del Covid-19. Sin embargo, también han tenido algunos aspectos negativos sobre la salud.
Las cefaleas, caracterizadas por dolores de cabeza recurrentes, son uno de los trastornos más comunes del sistema nervioso. Con la pandemia se han disparado a nivel global estos casos de trastornos primarios dolorosos e incapacitantes tanto por la incidencia del virus como por sus efectos adyacentes como la tensión emocional o el uso de las mascarillas.
Falta de oxigenación y presión craneal, alguno de las causas
Ahora, con el fin del uso de mascarillas en interiores, parece que estas cefaleas se van a reducir. Según el neurólogo del Centro de Neurología Avanzada (CNA), Antonio Parralo, se va a producir "un descenso del número de jaquecas. Es una noticia que alivia a los pacientes que la sufren porque van a poder tener mejor oxigenación y por tanto tener menos dolor de cabeza".
Las investigaciones realizadas por los expertos del CNA también han determinado que el uso de mascarillas ha contribuido al aumento de las cefaleas en todas sus variantes. Algunos de los motivos han sido la falta de oxigenación e, incluso, por la presión que ejercen estos apósitos de protección en el cráneo.
Efecto secundario de Covid persistente
Según los expertos del Centro de Neurología Avanzada, estas jaquecas son uno de los efectos secundarios para las personas que sufren Covid persistente. Parralo apunta que estas migrañas son el dolor que más afecta a pacientes sin antecedentes.
“El 20 % de pacientes Covid con dolor de cabeza desarrolla cefalea crónica diaria y la mitad de ellos no lo habían padecido nunca antes. Hemos constatado que la mayoría de pacientes que han tenido coronavirus ha sufrido un empeoramiento en su dolor de cabeza, tanto en intensidad como en frecuencia", señala el neurólogo.