Cuando Antonio Cantero se trasladó por trabajo hasta A Coruña, no se imaginaba el mal rato que le iba tocar pasar tan sólo unos pocos días después de pisar tierras gallegas. Este trabajador andaluz acudió para cubrir una vacante y su sorpresa llegó cuando, después de pasar unos días en un hostal y dirigirse a un piso, cuya habitación había podido reservar a través de Airbnb, por el telefonillo escuchó: “No, aquí no se alquila ninguna habitación ni tampoco conocemos a ningún Juan Carlos, creo que te han engañado”.
Tras la imposibilidad de conocer el paradero de ese tal Juan Carlos, “si es que existe”, Cantero se dio cuenta de que había caído en una estafa. Y es que quedarse en la calle o alquilar una casa fantasma es una de las peores pesadillas que pueden pasar al hacer una reserva online en Airbnb u otras plataformas similares. De hecho, hay varios fiascos que es mejor conocer para evitar casos similares y tener unas vacaciones o un verano para olvidar.
Descripciones que no corresponden a la realidad
Por suerte, Cantero ha conseguido que Airbnb le devuelva todo su dinero por un problema que, como es lógico, no ha sido culpa suya. Quizá la falta de experiencia le castigó, ya que era la primera vez que utilizaba la aplicación y no revisó las reseñas del supuesto host, según cuenta a Consumidor Global.
Mientras, en el caso de Sandra Boldú, esta joven fue con sus amigos desde Madrid a pasar un fin de semana en Valencia. Decidieron reservar un piso para cuatro personas a través de Airbnb que parecía “perfecto” por las fotos que vieron en el anuncio. Sin embargo, cuando llegaron allí “el piso no se correspondía con las imágenes que teníamos”, expone a este medio la joven. “La casa tenía las características que reservamos: habitación con cama grande y salón con sofá cama, pero la distribución no era la misma y las fotos eran de otra casa”, cuenta, “además el baño era mucho más pequeño”.
Sin agua potable o energía insuficiente
Otro de los fiascos que se pueden llevar los clientes de plataformas online de alquiler de alojamientos es la falta de servicios en algunas viviendas. Además, en muchos de esos casos no aparece reflejada dicha información en el anuncio, según aseguran algunos usuarios a este medio. Para Ana Sánchez y su grupo de amigos con el que reservó una casa rural en Chinchón, un pueblo de Madrid, el fiasco llegó la tarde de antes de comenzar su estancia. “Me envió un mensaje el casero, ya casi de noche, y me dijo que no había agua potable, que lo tuviéramos en cuenta”.
En el caso de María Rojo, el alojamiento que reservaron tenía muy poca energía contratada y “era imposible conectar los secadores o encender la calefacción”, se lamenta. “Son cosas que bueno, si vas a estar dos días como nosotros no molesta tanto, pero para estancias más largas es un problema”, relata.
Airbnb y su lucha para evitar estafas
Aunque hay algunas situaciones que no se pueden controlar, como la falta de información por parte de algunos hosts, desde Airbnb aseguran a Consumidor Global que la plataforma cuenta con “una serie de recursos para ayudar a los huéspedes a evitar las estafas online”.
Además del servicio de atención al cliente 24 horas, la compañía también ha creado AirCover para facilitar a los usuarios el contacto con un agente y la resolución de problemas de este tipo, u otros, de forma rápida. Por otro lado, Airbnb insiste en que, con el objetivo de concienciar sobre ciertos engaños, y mantener la seguridad en Internet, se ha asociado con la Policía Nacional y Confianza Online.
Cómo identificar una estafa
Para la empresa, el estafador suele decir que se encuentra en el extranjero, pero, la característica más común de una estafa en portales de este tipo es pedir un depósito por adelantado a través de una transferencia y fuera de la plataforma. Además, el dueño suele poner excusas y dificultades para enseñar en persona el alojamiento.
La abogada de Círculo Legal, Arantxa Goenaga, cuenta a este medio que con la pandemia y el Covid las estafas por alojamientos han aumentado de forma considerada. Por ello, la jurista experta en derecho inmobiliario y procesal da algunas recomendaciones para evitar estos timos. “Hay que tener cuidado con las gangas y ofertas que no se corresponden con la realidad. Lo suyo es comprobar en Google Maps si en efecto existe la vivienda”, señala. Y para los casos de plataformas como Airbnb, Goenaga recomienda guardar siempre toda la documentación para hacer posibles reclamaciones y recuperar el dinero de vuelta.