La insulina es una hormona producida por el páncreas que se utiliza como tratamiento para la diabetes, ya que ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre. Se puede producir en laboratorios, después se distribuye y se administra a las personas con diabetes a través de inyecciones. No obstante, en los últimos meses su disponibilidad en las farmacias está menguando.
“He ido a la farmacia como hago cada mes a buscar la insulina, ¿cuál ha sido mi sorpresa? Pues NO hay stock, ya que ha causado furor para la pérdida de peso”, explicaba una usuaria de X (antigua Twitter), que indicaba que esa era la razón del desabastecimiento. “¡Estoy flipando mucho!”, añadía.
“Mi padre no encuentra sus inyecciones”
Al comentario de esta usuaria, muchos otros internautas mostraban su estupefacción y su preocupación. Otros coincidían con ella. “Mi padre no encuentra sus inyecciones de insulina en ninguna farmacia. Están agotadas en el laboratorio porque varios influencers las han 'recomendado' para adelgazar, y la gente se las ha ingeniado para conseguirlas, a pesar de que son con receta”, lamentaba un joven.
Asimismo, otro medicamento afectado por este motivo es el Ozempic, cuyo principio activo es la semaglutida. A finales de 2022, el desabastecimiento de este fármaco afectaba a países del todo el mundo.
Riesgos del fármaco
No obstante, no es un fármaco milagroso. Un estudio y publicado en la revista Diabetes, Obesity and Metabolism explicaba que los pacientes que habían tomado semaglutida para reducir sus problemas de obesidad recuperaron después, de media, dos tercios del peso perdido.
Además, puede causar efectos secundarios como náuseas, diarrea, o incluso inflamación del páncreas. Por su parte, el fabricante de Ozempic indica en su página web que, aunque no es para perder peso, “sí puede ayudarle a perder un poco de peso”. Afirma también que se ha demostrado que Ozempic, acompañado de dieta y ejercicio, reduce los niveles de azúcar en la sangre.