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Expertos alertan sobre estos collares de ámbar para bebés: además de inútiles, peligrosos
La FDA (la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos) no solo no recomienda su uso, sino que advierte de sus múltiples riesgos para los más pequeños
La frase para “presumir hay que sufrir” se ha extrapolado de una manera nociva a los más pequeños. Los collares de ámbar para bebés se pusieron de moda hace más de una década, sin embargo, la FDA (la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos) ha alertado que conlleva una serie de riesgos. Además, se ha demostrado que se trata de una tendencia inútil.
Dichos collares están hechos de resina vegetal unidas entre sí formando un collar y aquellos que se dedican a la medicina alternativa justifican su eficacia diciendo que tienen propiedades antiinflamatorias y analgésicas, y que es muy útil en el dolor de los niños pequeños cuando están con en el periodo de dentición. Según las marcas que los venden, cuando entra en contacto con el calor del cuerpo del bebé, las bolitas liberan ácido succínico, del que se dice tiene estas propiedades.
El riesgo real
Sin embargo, tal y como señala la FDA, para que las bolitas de estos collares segregaran dicha sustancia, estas deben estar expuestas a un mínimo de 200 grados, mientras que la temperatura normal de un bebé suele estar entre los 36 y 37 grados. Y, por otro lado, las capas protectoras de la piel harían su función defensora en cuyo caso, impedirían la absorción de esta sustancia.
Tanto la administración como profesionales en pediatría no solo no recomiendan su uso, sino que, advierten de su peligro. No hay ningún estudio ni ninguna evidencia científica que avale dicha afirmación y, además, puede tener efectos muy negativos sobre el niño como el doble riesgo de atragantamiento y asfixia, incluyendo la muerte, según el doctor Ángel Lario, Jefe de Urgencias Pediátricas del Hospital HC Miraflores en declaraciones a la revista Hola.
Consejos seguros para aliviar el dolor de la dentición
La dentición en los bebés suele comenzar aproximadamente a los cuatro meses. Durante la época de la salida de un diente, las molestias pueden provocar en algunos casos febrícula. Aunque lo más frecuente es utilizar analgésicos tipo paracetamol o ibuprofeno a dosis pediátricas, también existen otras formas seguras de aliviar las molestias de la dentición en los bebés.
– Mordedores: juguetes de silicona, goma, semifirmes… por supuesto, homologados. Ofreciéndolos con medidas de higiene extremas son una buena forma de calmar el dolor de las encías.
– El frío: para ayudar a mitigar el dolor y la hinchazón son recomendables mordedores que se puedan meter al congelador para después ofrecérselos al niño y que cuando se lo lleve a la boca el contacto del frío le alivie.
– Masaje en las encías: también es recomendable que con los dedos bien limpios se haga un suave masaje en la zona inflamada.
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