La aerolínea privada de bajo coste Blue Air ha recibido una multa de dos millones de euros por parte de las autoridades rumanas tras suspender, entre junio y septiembre, vuelos y dejar en tierra a más de 150.000 viajeros de 23 países.
Los aviones de la compañía volaban a numerosos países europeos, entre ellos España, hasta el pasado 6 de septiembre, cuando suspendió totalmente su actividad debido a su precaria situación financiera.
No ha devuelto el dinero a los afectados
Dónde ha ido a parar su dinero, cómo se ha gastado y cómo podrán recuperarlo algún día sigue siendo un enigma", dijo el presidente de la Autoridad Nacional para la Protección del Consumidor de Rumanía (ANPC), Horia Constantinescu, en declaraciones recogidas hoy por la agencia Agerpres.
De momento, no ha sido capaz de reactivar ninguna de sus rutas y no ha devuelto el dinero a los clientes afectados por sus cancelaciones que, según la ANPC, han sido constantes desde el pasado junio.
En quiebra
El presidente de la ANPC ha acusado a Blue Air de esconder a los investigadores de este organismo público que la empresa no cumplía las condiciones para seguir operando vuelos.
"Sin combustible, sin las tasas de aeropuerto pagadas, sin los salarios abonados al día. Todavía me pregunto cómo iban a operar estos vuelos y por qué los ofertaron cuando sabían que no podrían llevarlos a cabo", se ha preguntado el funcionario, quien cree que la aerolínea no será capaz de recuperarse y reanudar su servicio.