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Cómo esquivar el garrafón en los combinados y conocer los secretos de los barman
Las bebidas alcohólicas forman parte de nuestra cultura, casi tanto como la picaresca para reducir costes; detectar un alcohol barato es difícil, pero siempre hay un par de trucos que permiten hacerse una idea de lo que le espera al estómago
Lejos quedan ya los vodkas o rones baratos que tantos botellones han patrocinado en la juventud. Una economía sumergida para aquellas personas que no pueden o quieren invertir un extra en calidad para poder salir de fiesta. Para muchos, el simple recuerdo de estos aromas provoca mareos, pero en numerosos casos es difícil identificar el garrafón cuando se mezcla con refrescos, jarabes o zumos típicos de cócteles y combinados de bares, tascas o antros recónditos de las ciudades.
Por ello, es importante conocer cómo funciona el cada vez más popular mundo de los cócteles y saber en qué o en quién se puede confiar.
Pistas de lo que nos espera
Las bebidas alcohólicas requieren un buen grado de experiencia para poder empezar a distinguirlas en boca, una oportunidad que algunos interesados pueden explotar para rentabilizar las copas de su local. Aun así, existen signos que permiten intuir si lo que se está sirviendo en la barra merece el precio que tiene. “Ante la duda, el contexto debe dar la información. Un local descuidado o centrado en la música y la fiesta, preferirá usar alcohol más barato y una preparación sencilla, es normal. No puedes esperar lo mismo en una fiesta de barrio que en un restaurante de calidad”, explica a Consumidor Global José María Gotarda, barman con más de 40 años de experiencia y presidente de la Asociación de Bartenders de Cataluña.
Gotarda también señala que si se busca calidad, el barman o camarero debe poder explicar los motivos. ¿Qué te ofrecen? ¿Te explican en qué consiste el cóctel? Esas cosas dan confianza en el lugar y sus productos. Otro tema es que, de normal, el cóctel se prepara en la barra, a la vista del consumidor. Aunque según el bar o el encargado de elaborar la bebida, pueden hacerlo desde la propia cocina. En estos casos, cualquier cliente siempre tendrá el derecho de preguntar por la botella o la variedad seleccionada para el combinado, algo que, por lo general, debería ser respetado por el barman o responsable del establecimiento. Y por supuesto, cuando se puede saber si se ha pagado demasiado por un alcohol u otro es a la mañana siguiente, según la fuerza de la resaca que el cliente pueda tener.
Un precio justo
El precio también es una pista que permite sospechar de la calidad de una bebida. En palabras de Juanjo Fernández, presidente de la Asociación Galega de Barmen: “Lo que se paga es, por un lado, la bebida, por otro el caché del barman y por último, la localización del bar”. Esto se basa en que por un mismo combinado no se va a pagar igual en Barcelona o Madrid frente a ciudades como Málaga o Santander. Para ello, es recomendable conocer los precios estándares de la zona, y si se divisa una diferencia sustancial y a la baja, da para sospechar de que algo no anda bien entre bambalinas.
El coste medio debe rondar, teniendo en cuenta los factores mencionados, entre los ocho y los 12 euros. De un mojito por cinco euros, no se espera demasiado, por muy buena oferta que pueda parecer en un principio. Y lo mismo con la otra cara de la moneda, ya que aunque existan cócteles de 18 euros, se debe poder apreciar los cambios que hayan incrementado esta cifra. Si al pagar una cantidad similar, no se reconoce un trabajo o se informa de la calidad de los ingredientes, es probable que el garrafón pueda haber hecho acto de presencia.
Una nueva ola de calidad
Sin embargo, si en algo coinciden los dos profesionales del mundo de la coctelería es en el nuevo tirón que el sector está pegando en España. “Cada vez es más fácil encontrar buenos lugares y buenos bartenders que hagan cosas espectaculares en España. En Madrid y Barcelona se llevan abriendo desde hace algunos años locales de alto standing con unas creaciones que no se encuentran en cualquier sitio”, explica Gotarda. El mundo del cóctel de autor no es nuevo, pero está viviendo una nueva época dorada gracias a la fusión entre el concepto gastronómico de la cocina moderna y las técnicas clásicas de preparación de combinados.
Además, Fernández también hace hincapié en esta nueva ola. “La coctelería ya se puede encontrar para todos los públicos. Ha cambiado mucho, hay locales de noche que han cambiado la forma de trabajar y del propio concepto cóctel”, señala. Aunque en las discotecas o lugares de ocio se va más al cubata simple de toda la vida, en muchos bares y restaurantes ya han introducido en su carta una buena lista de cócteles de calidad.
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