Hace más de 60 años, tres jóvenes cocineros de Hong Kong llegaron a Madrid con una maleta cargada de las costumbres, tradiciones y, sobre todo, de la gastronomía china. En 1963, los chefs abrieron por primera vez los fogones de lo que sería el primer restaurante de comida asiática en la capital española y que sería bautizado como Shangrilá. En aquel momento, era uno de los lugares más exóticos que se podía concebir en España.
El cotidiano bar de barra, caña y tapa no atraía esa curiosidad que alimentaban los misterios de la lejana China y que se revelaban a través de la decoración, el personal y, sobre todo, las especialidades de Shangrilá. El paso del tiempo, sin embargo, hizo que el local pasara por varias vidas. No obstante, ahora, un restaurante chino con idéntico nombre y con la misma esencia se ubica en el mismo sitio.
Shangrilá, el nuevo
Este nuevo Shangrilá ofrece una cocina genuinamente china, con recetas caseras traídas directamente de ese país, a las que se les da un toque personal. Por ejemplo, los tallarines chinos con salsa de la casa es una de las recetas que hace la abuela de uno de los propietarios, al igual que la sopa de tallarines caseros o el dim sum triangular de fécula de patata relleno de carne. Todos, platos de la región de Qingtian, famosa por sus campos de arroz con peces.
Aparte de los dim sum (empanadillas al vapor, que también sirven en formato sopa), la carta ofrece una gran variedad de salteados: de pollo, ternera, gambas, todos con verduras del país, como loto, espárragos, col y berenjena chinas…; sopas y tallarines en multitud de variantes. Además de unas exquisitas costillas de cerdo y pato asado. En el apartado picante, destacan las sartenes de pollo, ternera, gambas o calamares con verduras y la casquería se hace presente en callos de ternera o cerdo salteados con puerro.
Por menos de 10 euros
Todos estos platos se pueden encontrar en su carta escrita en japonés, chino y coreano, en español y en inglés. Pero, además, de los llamativos platos también es destacable los precios de los mismos. Todos a menos de 10 euros. El intervalo de precios va desde 2,65 euros --rollitos Shangrilá–, hasta los 9,45 euros --sartén de calamares y verduras mixtas—.
“Es un plan fantástico para reponer fuerzas después de una jornada de compras o de disfrutar del ambiente en Gran Vía, porque Shangrilá está a dos pasos; en la calle Leganitos”, avisan desde las cocinas del restaurante chino más antiguo y auténtico de Madrid.