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Así es la red social Kiwi, el Be Real de música que decepciona y nadie entiende

Esta nueva app, conectada a los perfiles de Spotify o Apple Music, permite compartir canciones entre amigos en momentos concretos del día, pero los usuarios critican su usabilidad

Alberto Rosa

Kiwi es una red social similar a Be Real que permite compartir canciones entre amigos / UNSPLASH

El lanzamiento de Be Real supuso un golpe sobre la mesa y un cambio de reglas en el juego de las redes sociales. En contra de la publicación perfecta y la mejor fotografía, esta propuesta triunfa entre los más jóvenes basándose en la improvisación. Con ese mismo reclamo nace Kiwi, en su caso con canciones y una idea muy llamativa, pero mal desarrollada.

La app, disponible tanto en iOS como en Android desde el 15 de enero, está conectada a los perfiles de Spotify o Apple Music y permite compartir las canciones más escuchadas con amigos a lo largo del día. Esa búsqueda de la realidad y de la naturalidad es una de las claves para llamar la atención a los jóvenes y adolescentes. 

Buscar la autenticidad con canciones

“Hay un componente de autenticidad, de verdad, también ligado a su vez a la instantaneidad y fugacidad que encaja muy bien especialmente con los patrones y preferencias de los más jóvenes”, expone a Consumidor Global el vicedecano de Comunicación de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid y experto en redes sociales, Cristóbal Fernández.

Notificación de Kiwi para compartir una canción / GOOGLE PLAY

Por otro lado, Kiwi aprovecha como reclamo la música en streaming y su carácter social, “una propuesta muy interesante y en la que aún queda camino por innovar”, añade el profesor.

Similitudes con Be Real y Tinder

Los desarrolladores de la app han optado por incluir funcionalidades interesantes que recuerdan a otras plataformas como Tinder. Así, cuando alguien recibe una canción puede hacer swipe y deslizar a la derecha si el tema le gusta o a la izquierda si prefiere no escucharla. 

Lo cierto es que la idea de aprovechar la música y las canciones como nuevo concepto de red social para compartir los temas más reproducidos con los amigos cercanos suena interesante. Pero la realidad es que todo son buenos comentarios hacia Kiwi hasta que se prueba y se hace uso de ella.

Una buena idea sin desarrollar

“Cuando me comentaron de qué iba me pareció una idea muy chula que incluso iba a superar a Be Real, pero cuando lo probé me decepcionó bastante”, cuenta a este medio Sandra B. una de las jóvenes que ha probado Kiwi.

Kiwi incluye la funcionalidad 'swipe' para reaccionar a las canciones / GOOGLE PLAY

Para ella, uno de los principales problemas de Kiwi es la “falta de difusión” que ha tenido. “Si la gente no lo usa no tienes a quién enviar canciones ni que te envíen a ti y eso es muy aburrido”, opina. 

“No es como Be Real”

Otro de los detalles en los que se fijan aquellos que la prueban es que, a pesar de que se habla de ella como el Be Real de la música, Kiwi “no tiene nada que ver”. “Con Kiwi, además del momento en el que recibes la notificación, puedes compartir una canción cuando quieras y tienes que seleccionar a la gente, no le veo mucho sentido”, indica Paola R.

“Creo que han intentado hacer algo parecido a Be Real, pero sin copiarlo al 100% y al final la combinación me parece que ha sido poco acertada”, critica Sandra B., que asegura que se ha desinstalado ya la app “para no volver a usarla nunca”.

La guerra de las redes sociales

Como señala el profesor Cristóbal Fernández, la falta de una buena experiencia de usuario lastra el desarrollo de cualquier aplicación. “Kiwi tiene que estar muy vigilante ahora que está en desarrollo y mejorar esos errores que señalan los usuarios”.

Sobre si Kiwi triunfará y podrá hacerse un hueco en los móviles de la gente dependerá de cómo evolucione. “En redes sociales vemos cada poco tiempo flores de un día. La idea es interesante, sin duda, pero tiene que vencer algunos condicionantes básicos de la propia relevancia de la herramienta”, matiza el profesor, y añade que no hay que olvidar que las redes ya asentadas “incorporan funcionalidades nuevas que pueden neutralizar una aparente buena oportunidad”, concluye.