0 opiniones
‘El gran hermano’ de los súpers: así vigilan los establecimientos sin cajeros para que no les roben
La startup española Ghop abre el primer colmado sin personal físico que funciona 24 horas
Son las 10 de la noche y otra vez la nevera está vacía. Y no hay nada más triste que un frigorífico hueco. Sin compra de la semana, ni siquiera del día. Cuando pasa eso, se baja al paki o al chino. Estos pequeños establecimientos se consideran un auténtico salvavidas para los días donde la necesidad impera, pero las opciones son escasas. Abiertas casi todo el día, estas tiendas de alimentación de barrio tienen un surtido muy variado de alimentos, generalmente pastas, sopas, caldos, preparados, conservas y bebidas de todo tipo. “Se denominan tiendas de conveniencia”, señala Lino Monteagudo, unos de los fundadores de Ghop, el nuevo supermercado sin cajeros que ya ha abierto en España y que quiere reemplazar la figura de estas tiendas de barrio.
Ghop nació hace dos años, cuando dos hermanos y su mejor amigo decidieron emprender un negocio. Con solo 23 y 25 años, el pasado fin de semana abrieron su primera tienda en el centro comercial Moraleja Green en Alcobendas. “Ha tenido una gran acogida, la verdad es que el concepto está atrayendo a muchos curiosos”, señala Monteagudo a Consumidor Global. El concepto de colmado sin cajeros ya hace un tiempo que triunfa en Asia, Estados Unidos y Gran Bretaña, no obstante, la picaresca española ha hecho que este tipo de negocios aún no tengan cabida en España. Con todo, estos tres ingenieros aseguran que su sistema está a prueba de cualquier tipo de robo, pero ¿cómo funcionan las tiendas de Ghop?
“Si no pagas, no sales”
El autopago hace relativamente poco que ha llegado a España. Según un informe de Openbravo, el 87 % de los consumidores prefieren comprar en tiendas que les permitan pasar por caja de manera automática. No obstante, la mayoría de estas zonas de self check están altamente vigiladas porque a más de uno le gusta omitir algún producto cuando pasa por los infrarrojos. “Si hasta la gente pesa menos frutas de las que debería”, corrobora una empleada del supermercado Carrefour.
Por ello, en Ghop lo tienen claro: “Si no pagas, no sales”. Cuando el consumidor entra, escanea el código QR que se encuentra en la puerta. Éste le lleva a la página oficial de la empresa y allí tiene que rellenar algunos campos. “Ninguno hace referencia a la domiciliación bancaria o al número de tarjeta, son más bien campos informativos”, explica Monteagudo. Después de esta primera identificación el usuario puede entrar en la tienda. Una vez hecha la compra, el cliente mete los productos en una cesta y, mediante la tecnología RFID, escanea los alimentos por radiofrecuencia. La tienda está vigilada con cámaras que controlan al consumidor y, una vez desde la centralita dan el visto bueno de que los productos han sido pagados, se abre la puerta. “Es una compra en tres toques: uno para entrar, otro para pagar y el último para salir”, afirma el Monteagudo.
24 horas, siete días a la semana
Los establecimientos de Ghop miden 15 metros cuadrados, están abiertos las 24 horas del día y los siete días de la semana. Aunque no tienen personas en la caja, el centro dispone de un asistente en remoto por si cualquier duda o problema. De esta forma, se permite que una persona atienda diez pequeñas tiendas distribuidas en diferentes emplazamientos, en vez de tener solo una.
En un momento en el que el delivery y las dark stores no dejan de crecer, Ghop sostiene que el concepto de tienda no se ha adaptado al cambio de modelo de consumo. Por ello decidieron "optimizar el principal canal de compra de los usuarios" y embarcarse de lleno en el sector. De hecho, los tres jóvenes preparan otra apertura en el mes septiembre que, como ha podido conocer este medio, también será en Madrid.
Amazon Fresh llega a Europa
Esta primavera Amazon también abrió su primer supermercado sin cajeros en el Reino Unido, el Amazon Fresh. El concepto de Bezos es aún más disruptivo que las tiendas de Ghop, pues incluso prescinde del cajero automático. Y es que, cuando el consumidor entra en el establecimiento, coge lo que quiere, lo mete en la bolsa y se va. Eso sí, antes de entrar se debe indicar la tarjeta de crédito y al salir señalar la dirección de email para el recibo de la compra. Así de fácil.
Cámaras y sensores registran todos los comportamientos de los visitantes de la tienda, y la tecnología de inteligencia artificial determina qué productos han sido seleccionados. Al mismo tiempo, Amazon garantiza que esto no afectará al reconocimiento facial y asegurará la privacidad de los compradores. Aunque los más escépticos ya lo llaman “compras supervisadas”.
Sobre la privacidad
Tanto en el supermercado de Amazon como a la tienda de Ghop el consumidor es grabado. No obstante, este acto está amparado por la ley. Según el Grupo Atico34, una consultora tecnológica, para que las grabaciones sean legales “el usuario siempre tiene que saber que está siendo grabado --mediante el uso de carteles visibles-- y las cintas sólo se pueden grabar por un periodo de 30 días”.
La startup Ghop justifica que necesita este reconocimiento para “identificar quien hay en nuestras instalaciones y en caso de alguna incidencia también ofrecer una ayuda más personalizada”, como matiza Monteagudo. No obstante, el hecho de que el consumidor es grabado no ha causado tanto furor como que las tiendas no tengan cajeros. Aun así, ceder la imagen personas parece ser que es la única manera de acabar con la picaresca patria.
Has leído este contenido de Consumidor Global elaborado por nuestro equipo de redacción y expertos. Si deseas acceder de forma libre a todos los contenidos que producimos te recomendamos suscribirte. Además, podrás recibir asesoramiento legal gratuito por formar parte de nuestra comunidad.
Desbloquear para comentar