Se denomina trampantojos a las elaboraciones que juegan visualmente con el comensal. Parecen una cosa, pero en realidad son otra. Por ejemplo, Francis Paniego, cocinero en el restaurante El Portal de Echaurren, prepara unas aceitunas negras que en realidad son esferas de queso y anchoa con aceite de oliva virgen. Al final, el objetivo siempre es sorprender al cliente y jugar con la creatividad de la presentación. La empresa Ecocesta ha querido hacer algo similar con el lanzamiento de “la bebida vegetal que no sabe a vegetal”. ¿Se trata de un trampantojo acertado o de un bluf de marketing?
No hay duda de que las bebidas vegetales viven un auténtico boom, en los últimos dos años este mercado ha crecido un 48 %, según un informe de la consultora NielsenIQ. Sin embargo, hay un público que todavía se resiste a ello. Ecocesta considera que un 26 % de los consumidores de leche están dispuestos a pasarse a las bebidas vegetales si el sabor varía. Y por ello han creado este producto.
Un ‘packaging’ confuso
El envase del producto es inteligente. En el supermercado el consumidor encontrará varios sabores de la marca Ecocesta: avena, coco, avellana, almendra, etc. Pero hay uno que no tiene un sabor, sino más bien una declaración de intenciones. “La bebida vegetal que no sabe a vegetal”, apunta el envase, con mayúsculas y letras azules. Con todo, la presentación del producto puede dar a entender que, si no sabe a bebida vegetal, su sabor ser parecerá a la leche.
Por si fuera poco, debajo del mensaje sugerente, la compañía añade la connotación “con calcio”, un aspecto que aún confunde más al consumidor. No obstante, en la esquina izquierda del tetrabrik hay un recuadro en negro. Allí en letras pequeñas especifica que es un jugo de “arroz, soja y coco”.
¿A qué sabe la bebida de Ecocesta?
A simple vista, el producto de Ecocesta podría parecer leche de vaca. De color blanco hueso y textura espesa, este producto se desmarca de sus compañeros veggies y su estética se parece a la tradicional bebida de origen animal. Sin embargo, la de Ecocesta huele de la misma manera que un jugo vegetal. En cuanto a gusto, el producto sorprende. Los consumidores fieles a la leche de vaca dirán que sabe a vegetal, sin embargo, a aquellos que ya están puestos en el mundo de las alternativas veganas el producto les agradará.
La bebida vegetal que no sabe a bebida vegetal recuerda mucho al sabor de la horchata. Pero no a una horchata cualquiera, sino a una más bien acuosa. Pero esto no representa un problema, sino al contrario, es una ventaja. Al ser ligera y sutil apetece tomarla a todas horas del día --cosa que con la horchata no sucede--. Además, estas mismas características hacen que el jugo combine mejor con cualquier mezcla. Y este es un punto importante. Porque las bebidas vegetales, por lo general, varían el sabor a café o a té, pero la de Ecocesta al contrario, él complementa. Por otro lado, la bebida de Ecocesta sabe mejor cuando está fría que en temperatura ambiente, ya que el producto en una tiende a amargar.
La composición nutricional
Por lo general, en la industria alimentaria cuando un producto pretende emular un determinado sabor y textura, se cargan de aditivos. Sin embargo, la bebida de Ecocesta, “no tiene aditivos y sus principales ingredientes son el agua, la soja, el coco y el arroz”, señala Mireia Cabrera, nutricionista en el centro Júlia Farré de Barcelona. Cabrera insiste en que “la bebida no tiene ningún elemento extraño para que no sepa a leche vegetal, sólo le añaden aceite de girasol para crear una textura más parecida a la leche”.
Por vaso de 200 mililitros el producto tiene 50 kilocalorías, 2,8 gramos de grasas --1,4 saturadas--, 3,8 gramos de azúcares, 0,2 gramos de sal y 0,4 gramos de fibra. Carlos Palomo, nutricionista en el centro Vitasane de Sevilla afirma que “es una bebida muy poco calórica y sin azúcares añadidos, sin duda tiene una buena composición nutricional”. En todo caso, este experto reitera que “es una bebida de arroz, coco y soja, pero con una buena campaña de marketing”.