Decepción por las cancelaciones del cartel del Cruïlla: qué hacer con la entrada que ya no quieres

El Cruïlla se ha convertido en un clásico de los festivales de música de verano en Cataluña desde su primera edición en 2008. Además, este año se ha convertido también en un experimento. Será el primer festival masivo de Europa desde que llegó la pandemia del Covid y espera reunir a más de 25.000 personas sin distancia de seguridad. Se trata de todo un reto logístico, al que se suman los cambios en el cartel de última hora que no han sido recibidos de buen agrado. 

Ya en marzo cayeron dos nombres importantes, lo que disgustó a varios asistentes. Se cancelaron los conciertos del rapero, músico y compositor puertorriqueño René Pérez Joglar, ​conocido como Residente, y la banda neozelandesa de jazz y reggae Fat Freddy 's Drop. Pero, además, a pocos días de dar comienzo el evento, la organizadora del festival anunciaba otras dos bajas: el productor musical de Macedonia del Norte, Djaikovski, y uno de los cabezas de cartel: The Editors, una banda de rock inglesa con 20 años de experiencia a sus espaldas. Estas modificaciones de última hora  han provocado una oleada de críticas y la solicitud de varios usuarios de la devolución del importe de las entradas compradas.

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Enfados y quejas

El festival ha justificado estos cambios de última hora a las restricciones impuestas por el Covid-19 procedentes de países que no pertenecen a la Unión Europea, como Reino Unido. La solución que han ofrecido ha sido cambiar a estos artistas por otros como Zoo o 2ManyDJs. Pero dicha decisión no le ha parecido suficiente a todo el mundo. 

“Yo quiero apoyar a la industria de la música en momentos difíciles, pero es cierto que ver a Residente era un gran aliciente. Además, la diferencia de precio entre el año pasado y éste me ha molestado un poco, creo que no es justo”, explica a Consumidor Global Ana M, una joven que compró las entradas en 2020  y ha visto cómo los artistas han ido cambiando a lo largo de los meses. Comentarios como el de Ana, además, han llenado las redes sociales. Los usuarios no han tardado en reflejar su malestar y cabreo con quejas de todo tipo y pedir la  devolución del dinero a los gestores del festival. Asimismo, muchos se han puesto a intentar vender sus entradas por precios inferiores a los que abonaron en su día. 

¿Qué puede hacer el afectado ? 

A través de su página web, el Cruïlla asegura que se reserva el derecho a alterar o modificar el programa del evento. Y en caso de que eso ocurra, recuerda que el usuario no tendrá derecho a reclamar la devolución del importe abonado. Sin embargo, ¿es eso justo para el comprador? 

Como afectado, el primer paso es ponerse en contacto con la empresa que ha vendido las entradas. Si no responde o lo hace de forma negativa, el siguiente paso sería poner una reclamación en la Oficina de Consumo autonómica correspondiente, aseguran fuentes legales. “Después se abren dos vías: o un acuerdo a través de junta arbitral o un procedimiento judicial, según el convenio o las ganas de negociar que tenga la parte denunciante. En ningún caso le costaría nada, ya que por una denuncia por una cifra inferior a 2.000 euros, los gastos los costea el Estado”, explica la abogada Henar Hernández, especializada en derechos del consumidor del equipo de Legalitas. 

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Los derechos del consumidor 

Según Hernández, si el festival ha dado una lista de nombres y los ha publicitado, el valor e interés que pueden generar esos artistas es sustancial para el consumidor y se podría exigir la devolución del precio de la entrada. De hecho, esta experta incide en que si el festival  hacía hincapié en unos grupos de manera intencional, sería motivo suficiente para justificar la devolución. 

Con todo, las críticas al Cruïlla de este año no sólo han aparecido por estos cambios en el programa. El año pasado el festival fue suspendido y dejó a cientos de personas esperando una respuesta de la organización. Entonces, se ofreció una compensación para el abono abono hasta 14 días después de la cancelación o guardarlo para asistir a la edición de 2021. “Yo compré la entrada para el Cruilla 2020 porque quería  ver a Placebo y viendo que este año no tocaba pedí la devolución. Ahora me dicen que estoy fuera de plazo, pero es que yo no pagué por el cartel de ahora, que no tiene punto de comparación con  el del año pasado”, explica Ana Laura Medici, quien, tras más de un mes pidiendo explicaciones y exigiendo la devolución del importe, todavía no sabe nada.