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Darse de baja en los gimnasios McFit: un muro de lamentaciones por sus dudosos plazos

Hay muchos establecimientos para ponerse en forma y la competencia es dura, por ello el usuario debe tener en cuenta la letra pequeña de los contratos que firma, sobre todo si quiere abandonar o cambiar de cadena

Marta Peiro

Gimnasio McFit situado en el Paseo de Santa María de la Cabeza de Madrid / MARTA PEIRO

Los usuarios de los gimnasios McFit están inundando los foros y las redes sociales con cientos de quejas por una mala gestión en las bajas y renovaciones de contrato. La situación ha llegado hasta el punto de que algunos califican de “estafa” a la empresa.

Una clienta, en declaraciones a Consumidor Global, asegura que quería darse de baja porque ya no podía ir al gimnasio. “Lo había contratado 6 meses y me quería dar de baja antes del 13 de enero, que es cuando acababa mi contrato”, explica. En el servicio de Atención al Cliente le recomendaron que se personara en el establecimiento para rellenar un impreso, cosa que le fue imposible. Y así empezó todo. 

Un hombre hace ejercicio en la máquina de correr de un gimnasio / PEXELS

Los plazos del contrato de McFit 

Tras llamar al gimnasio días antes del 13 de enero le remitieron a enviar un correo, cuya respuesta no se esperaba. “Mi contrato se ha renovado 3 meses, tendré que pagar y no se puede hacer nada”, comenta. Aún sigue esperando la hoja de reclamaciones y lamenta no haber escrito el e-mail antes.

Desde el gimnasio McFit del Paseo de Santa María de la Cabeza de Madrid hacen hincapié en los plazos para darse de baja según cada contrato. El usuario puede adquirir el servicio por un mes sin permanencia, 3 meses, 6 meses y un año. En el caso de un contrato sin permanencia de un mes, aseguran, debe solicitarse la baja dos semanas antes de la finalización del contrato, fecha que asciende al mes en el caso de las suscripciones por 3 meses, 6 meses y un año.

Qué hacer para darse de baja en un gimnasio 

Si el usuario no se pronuncia al respecto, el contrato se amplía automáticamente, tal y como figura en las condiciones del mismo, aseguran desde McFit. De ser así, la compañía emite recibos hasta la fecha de cancelación. Para evitar problemas, se deben tener muy en cuenta los citados plazos y el tiempo requerido para hacer las gestiones pertinentes. “Siempre les decimos a los usuarios que vienen a darse de baja que rellenar el formulario no significa que automáticamente se cancele su relación contractual con el gimnasio”, alertan.

Dicho documento tiene que llegar a la oficina de gestión de McFit, donde calcularán el tiempo de contrato que le queda al usuario y valorarán si se debe proceder o no a la baja. Una vez tomada la decisión, la organización confirma la baja por correo. Para realizar el proceso se puede rellenar un papel de forma presencial especificando los motivos de la baja, llamar al servicio de Atención al Cliente o enviar un correo electrónico. “Aconsejamos llamar e insistir por teléfono, porque los compañeros tienen que atender a todos los usuarios de McFit España y están saturados”, subrayan desde el establecimiento low cost.

Una mujer hace ejercicios de pecho en una máquina del gimnasio / PEXELS

La letra pequeña que debe conocer el consumidor 

Fuentes de McFit defienden que el personal especifica los pasos y plazos a seguir en el caso de querer cursar una baja. “Una vez el usuario se da de alta le enviamos el contrato al correo, con todas las especificaciones. Es el consumidor el que debe leerlo y tenerlo en cuenta. El problema está en que no se hace caso”, señalan.

Sin embargo, reconocen que los errores se pueden dar. En el caso de que un usuario conozca el plazo en el que debe avisar al gimnasio y, aún así, le lleguen recibos que no le corresponden, desde McFit proponen hablar con el servicio de Atención al Cliente. “Pero lo lógico es que el mes siguiente no lo cobren”, afirman.

Un usuario firma el contrato del gimnasio / PIXABAY

Más problemas con el Covid

En tiempos de Covid-19 y para evitar los contagios en los centros, los gimnasios han habilitado una de cada dos máquinas de ejercicio para garantizar la distancia de seguridad, desinfectan con más frecuencia y han instalado aparatos para renovar el aire en las salas de musculación. Los espacios, además, se han llenado con carteles en los que se especifican las medidas a cumplir. 

No obstante, hay usuarios que se quejan de la falta de cumplimiento de algunas de estas normas y de cierta flexibilidad en las mismas. “En McFit Viladecans no se está pidiendo el pasaporte Covid. Por no hablar del pasotismo del uso de las mascarillas. Cero Medidas. Inadmisible”, critica un tuitero internauta. “No hay control de las medidas Covid. Los monitores pasan de todo y, si dices algo, te invitan a cancelar la suscripción, por lo menos en el de Santa María de la Cabeza, Madrid”, añade otro internauta. Por su parte, gimnasios como el citado antes en la capital insisten en que tienen tolerancia cero frente a estas situaciones.“Hemos dado bastantes avisos y expulsado a algunas personas por no ponerse la mascarilla”, manifiestan.