“Es la última vez que compro en Leroy Merlin online”, avisa T. L. “Me compro una mesa pagando aparte el gasto de envío y me la envían en mal estado con una esquina del tablero rota. Lógicamente, la he devuelto, pero los gastos de envío me los como yo”, señala el afectado. La multinacional francesa puede cobrar hasta 120 euros dependiendo del destino del pedido, del peso y tamaño de los artículos.
El cliente, además, manifiesta su enfado con la empresa al no obtener el reembolso del gasto de envío por una mesa “rota” que ha tenido que devolver. “Me parecería normal si la mesa la devuelvo porque me da la gana, pero no es por capricho, es que me mandan cosas rotas y me toca pagarlo a mí. Luego se preguntarán por qué compramos tanto en Amazon, pues querido Leroy Merlin habéis perdido un cliente. Y espero que pierdan muchos más por ladrones”, exclama con indignación.
“Me he desmayado por el robo”
Muchos son los compradores de la tienda especializada en bricolaje, construcción, decoración y jardinería que se quejan de los altos precios de los gastos de envío que deben asumir a la hora de realizar una compra online. Algunos han decidido esquivarlos. “El escritorio que vi en Leroy Merlin, está en AliExpress más barato y sin gastos de envío”, resalta Carlos B. que ha desistido con la multinacional francesa.
“¡Qué cabrones los del Leroy Merlin! Han bajado un 10 % el precio de algunos productos pero han pasado los gastos de envío de 3 euros a 19 euros. Un disparate”, alerta David S. Por su parte, José T., al preguntar a la empresa por los gastos de envío ha tenido que “llamar a una ambulancia y a la policía”. “Me he desmayado por el robo”, cuenta con ironía.
Las tarifas de Leroy Merlin
Desde la compañía se informa de que los gastos de envío a domicilio varían según destino del pedido, del peso y tamaño de los artículos. Asimismo, en caso de requerir el servicio de subida a domicilio tendrá un coste extra de 30 euros. Estas son sus tarifas:
- Paquetes inferiores a 10 kilogramos (kg) y dimensiones menores a 1.90 m: 3,90 euros o 7,90 euros.
- Paquetes entre 10 kg y 20 kg y dimensiones menores a 1.90 m: 9,90 euros o 13,90 euros.
- Paquetes entre 20 kg y 40 kg y dimensiones menores a 1.90 m: 19,90 euros o 24.90 euros.
- Paquetes entre 40 kg y 100 kg y dimensiones menores a 1.90 m: 29,90 euros o 49,90 euros.
- Paquetes entre 100 kg y 200 kg y dimensiones menores a 1.90 m: 39,90 euros o 59,90 euros.
- Paquetes entre 200 kg y 300 kg y dimensiones menores a 1.90 m: 49,90 euros o 69,90 euros.
- Paquetes inferiores a 500 kg y dimensiones menores a 1.90 m: 69,90 euros o 99,90 euros.
- Paquetes superiores a 500 kg y dimensiones mayores a 1.90 m: 99,90 euros o 119,90 euros.
Qué dice Leroy Merlin
“Nuestros clientes no tienen que abonar una cifra adicional por la devolución de sus compras, tanto adquiridas en nuestras tiendas físicas, como a través de nuestro canal de venta online”, expone Leroy Merlin a Consumidor Global. Es decir, el usuario no deberá pagar de nuevo el gastos de envío para devolver el producto al almacén.
Sin embargo, en la página web de la multinacional especifican en su apartado de su política de devoluciones que “los gastos de transporte y de instalación no serán objeto de devolución”. Por lo que, el cliente solo recibirá el reembolso del producto devuelto pero si, por ejemplo, ha pagado 120 euros, no recibirá de vuelta esa cantidad. Aunque la devolución sea por un defecto en el pedido.
¿Hay un límite que limite los gastos de envío?
Jesús P. López Pelaz, abogado especialista en Nuevas Tecnologías y Legaltech, y director del Bufete Abogado Amigo, cuenta a Consumidor Global que lo importante en un caso así es la transparencia en el precio, y que no se repercuta un sobrecoste encubierto. “Pero si el precio del transporte varía, es transparente y comunicado al consumidor al realizar la compra, la aplicación encaja en la ley de protección de consumidores y usuarios”, matiza.
“No hay una ley que limite los gastos de envío, pero si utilizamos los gastos de envío para enmascarar nuestra ganancia, eso afectaría al derecho de información que tienen los consumidores al realizar la compra”, explica López. De esta manera, si para enviar un determinado producto se pide, por ejemplo, 20 euros de gastos de envío, tiene que ser porque realmente cuesta 20 euros enviarlo.
Transparencia con los envíos
El abogado pone un ejemplo para explicar la transparencia que deben tener los gastos de envío para el consumidor. “Un sitio web que quiere vender teléfonos móviles a 990 euros y le cuesta enviarlo 10 euros, deberá indicarlo así al consumidor y cobrarle 1.000 euros. No podría, sin embargo, decir que el teléfono cuesta 50 euros en oferta y que los gastos de envío son 950, aunque el consumidor en realidad esté pagando igual, 1.000 euros”, subraya.
“Esto produce una imagen distorsionada del mercado y supone un engaño al consumidor, incluso aunque no le perjudique económicamente”, argumenta López. “Por todo esto, siempre que no se enmascaren en los costes de envío ganancias del empresario, el coste podrá ser tan alto o tan bajo como resulte de la negociación que el empresario haya realizado con sus proveedores logísticos”, finaliza.