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Cuidado con el Black Friday: el consumo en internet, más compulsivo que en las tiendas físicas
A pocas semanas del día que inaugura la campaña navideña, los expertos analizan los cambios en las costumbres de los compradores españoles
Se acerca el Black Friday y muchos consumidores se preparan para no perderse los mejores descuentos. Esta cita llega a colapsar la venta online el último viernes de noviembre. Sin embargo, parece que la compra compulsiva no solo está ligada a esta fecha, sino al propio concepto de comercio electrónico. ¿Propicia internet un consumo más intenso que las tiendas físicas?
“Sí, internet supone un caldo de cultivo importante para la compra compulsiva”, asegura Ignacio Hurtado Witailer, director general de Witailer en España. “En las tiendas online, como Amazon, tu tarjeta está guardada, de forma que con solo dos clics tienes el producto comprado”, explica el directivo de esta agencia digital que provee consultoría, tecnología y soluciones de Business Intelligence para el lanzamiento de marcas en Amazon y otros marketplaces.
Un auge imparable
Aunque con el tiempo muchos negocios tradicionales se han apuntado al Black Friday para hacer su agosto, este fue creado para el comercio online. Este 2021, “el 80%” de las ofertas van a ser online, asegura Jorge González, country manager de Prestashop en España. Lo cierto es que, independientemente de esta fecha, el comercio electrónico parece haberse hecho un hueco definitivo en la vida del consumidor.
Aunque “la euforia online inicial que hubo con la pandemia se ha echado atrás, la tendencia se va al plano online”, afirma Miquel Baixas, fundador de la Escuela Nuevos Negocios. Según Baixas, se trata de un sector que “lleva 20 años sin parar, con un crecimiento aproximado del 10%”. “La compra online ha sufrido un freno importante, a la gente le gustan los supermercados y las tiendas de proximidad, pero hay gran fidelización: mucha gente se ha quedado en los e-commerce”, declara Hurtado. “Ha descendido el tiempo que el usuario pasa en el centro comercial porque ya sabe qué comprar”, añade.
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De hecho, una de las ventajas del comercio digital es la cantidad de información que el consumidor puede manejar sobre los productos. “En una tienda el usuario muchas veces sabe más que el propio vendedor, porque ha buscado referencias, comparativas”, comenta Baixas. “La capacidad de consultar precios, alternativas y opiniones de una forma sencilla y rápida es una ventaja de los negocios digitales. Lo tienes empaquetado todo en un único sitio en un clic”, señala Sergio Marcús, experto en venta y marketing online.
Por el contrario, las tiendas de barrio se aferran a su valor añadido: el trato personal. “Una tienda online que sea solo un escaparate no tiene la misma fuerza para el consumidor que un negocio local. Necesita que haya personas, vídeos, directos… presencia y trato humano”, sostiene Baixas. “La gente tiene una necesidad ahora de sentirse más viva, de estar con gente. Lo que le falta a los e-commerce es poder tocar los productos”, señala Marcús.
El crecimiento, en datos
Estas ventajas hacen que los e-commerce estén aumentando en España. “Antes de la pandemia, tenían en torno a 13 millones de compradores en nuestro país. Con el confinamiento pasaron a ser 14”, expone González. Según el director de Prestashop, el crecimiento del sector el año pasado rondó el 36%. “Ahora sigue creciendo, con respecto a 2020 debe estar en torno al 10-12%, lo cual en comparación con el año anterior supone un incremento impresionante”, destaca. Ayuda que, tal y como indica el especialista, “un 30% de los consumidores que empezaron a consumir online con la pandemia siga online; el sector está vendiendo más”.
“El año pasado, España fue el país europeo que más creció en comercio electrónico”, subraya Hurtado. Y en este terreno, Amazon supone la joya de la corona. “En 2020, este Marketplace representa el 15% del comercio electrónico”, señala. Y esta tendencia sigue al alza. “Entre agosto de 2020 y agosto de 2021 hay más búsquedas, la gente se ha metido más en la plataforma y ha buscado más”, asegura el experto en Amazon. Esto “es muy notorio y es una muestra de que Amazon y los e-commerce han venido para quedarse”, manifiesta.
El consumidor ha cambiado
Más allá de esto, los hábitos del consumidor han variado. “Mucha gente mira el producto físicamente, saca su móvil y compara online, lo que se conoce como ROBO o ROPO en referencia a Research Online Buy/Purchase Offline”, afirma Marcús. “Llegaremos a un punto de compensación en el que algunas cosas se quedarán online y otras offline”, añade. “Los consumidores son como anfibios, están tanto en internet como fuera: ven el producto y toman la decisión de compra por internet, y van a la tienda offline”, manifiesta Baixas.
De hecho, el usuario se ha vuelto más exquisito a la hora de comparar el producto. “La gente busca más información en más sitios, entiende mejor las cosas”, considera González. “Creo que hemos pasado de un consumidor que busca en más sitios pero también se está fidelizando a tiendas muy concretas”, concluye. Y los comercios lo saben, razón por la cual cada año aumentan su apuesta para el último viernes de noviembre.
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