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Cuidado al comprar un sofá modular en Ikea: el calvario de una clienta a la que han dejado colgada
La multinacional sueca dice que su mueble no se puede ampliar pese a que la web señala lo contrario y la usuaria adquirió ese producto por ese motivo
Vas a Ikea y te compras un sofá. Decides que sea modular. De momento, vives en un piso pequeño. Cuando te mudes, quieres poder mantener el mismo mueble pero con más unidades. Es por ello que te fijas en la serie VIMLE de la compañía sueca.
Esto es lo que relata Beatriz C. a Consumidor Global. La gama de sofás aparentemente no tiene ni trampa ni cartón. En la web, la empresa garantiza que dicha gama "ofrece módulos que puedes combinar a tu gusto". Sin embargo, el caso de esta usuaria demuestra todo lo contrario.
Un imposible
La idea de Beatriz C. con el sofá modular VIMLE está clara: ella quiere crear un sofá de cinco plazas. Para ello, a su pieza simple de dos plazas, la cual se vende en la web por casi 700 euros, desea añadir un módulo individual y otro de dos plazas. Cuando se dispone a hacerlo, se topa con una negativa férrea por parte de Ikea.
"Resulta que el sofá modular no lo es en todas sus versiones. Dependerá de la pieza y de la tela que tengas", explica la afectada a este medio. El primer argumento que ofrece la empresa es que el modelo de dos piezas simple no permite añadir una tercera unidad individual. La condición es que sea sofá-cama.
Caos en Ikea
Pero en la web de Ikea no se hace referencia a ningún tipo de limitación sobre la serie VIMLE. Es por ello que Beatriz C. queda totalmente asombrada y decide reclamar a Atención al Cliente. En un primer momento, la usuaria se topa con un dependiente que sí le da la razón. Formula la queja y la deja lista para que la compañía de decoración se ponga en contacto con la clienta.
Una llamada que Beatriz C. asegura que no recibe. Es ella misma quien se vuelve a poner en contacto con el departamento. Una trabajadora de Ikea le dice que no se puede efectuar esas modificaciones que desea. ¿El motivo? En esta ocasión, la compañía lo considera un "cambio de opinión". Algo que solo se permite durante el primer año de compra.
Una reclamación sin éxito
Pese a ello, una tercera comercial de Ikea se posiciona a favor de la clienta. Se trata de una dependienta que, además, le corrobora que no hay ni rastro de condiciones en la serie VIMLE. Al menos en la web de la empresa. Motivo por el cual, Beatriz C. no debería toparse con ningún tipo de inconveniente por parte de Ikea a la hora de rediseñar el sofá a su gusto.
Pese a los esfuerzos de la trabajadora, la respuesta de Ikea vuelve a ser la misma. Lo consideran un cambio de opinión por parte de la clienta y ya no está en plazo. Beatriz C. compró el sofá el febrero de 2022, por lo que ha pasado más de un año. "Le dije que no había cambiado de opinión. Solo quiero ampliar el sofá y gastarme más dinero", detalla.
La negativa sin base legal
Irene Becerra, directora legal de Reclamador.es, tampoco entiende la actitud de Ikea. Considera que dicha oposición "no tiene base legal", tal y como confirma a Consumidor Global. "La web contiene incluso un apartado planificador para configurar diferentes formas de ampliar esta serie concreta de sofá. A priori, no plantea limitaciones", argumenta.
"El cliente tiene la opción de ampliar por módulos el sofá según cambien sus necesidades. Partiendo desde el más simple, dos plazas, y llegando a usar módulos de tres plazas, módulos de esquina o chaise longue", añade la jurista. Así, subraya que la única complejidad que recae sobre el consumidor es el propio montaje del sofá.
Un caso perdido
Ikea asegura a este medio que el caso de esta clienta es puntual. Pero da igual si es ocasional o no. Eso no es excusa. Menos aún cuando Beatriz C. tropieza, por sorpresa, con unas limitaciones de las que no hay constancia en la web de Ikea. La compañía sueca, además, insiste en que ya le han ofrecido una solución a la afectada. Y consideran que ha quedado satisfecha.
Beatriz C., en cambio, asegura todo lo contrario. Señala a este medio que no le han ofrecido ningún tipo de solución en este sentido. Y ha tenido que renunciar al sofá de cinco plazas que deseaba. Ella misma y por su cuenta ha comprado otros módulos teniéndose que conformar con un sofá de cuatro. Algo que hubiese podido evitar si Ikea aclarase desde el principio las limitaciones de la serie VIMLE. Beatriz C. difícilmente seguirá comprando en Ikea.
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