McDonald’s abrió sus puertas por primera vez en 1954 en California. Desde entonces, la cadena de comida rápida se ha ido extendiendo por todo el mundo gracias al éxito de sus menús. Desde el 'Happy Meal' para los más pequeños hasta 'Big Mac'.
Abrir un establecimiento de la compañía estadounidense es apostar con garantías de éxito. Pero, ¡ojo!, porque no está alcance de todos los bolsillos.
Inversión inicial
Según los datos de la propia empresa, aquellos interesados en abrir un nuevo McDonald’s deben contar con una inversión inicial de unos 900.000 euros.
Este dinero solo se destina al mobiliario, equipamientos y decoración del restaurante. Aunque el importe puede financiarse, hay que aportar un mínimo de 400.000 euros.
Comisión al año
Una vez abierto el restaurante de McDonald’s, el propietario tendrá que pagar un mínimo cada año. Así, durante los 20 años de contrato, el franquiciado debe pagar 45.000 euros fijos.
Unas cifras a las que hay que añadir un porcentaje sobre ventas. En el caso de royalties, se trata de un 5% mientras que por la publicidad y marketing, McDonald’s se lleva un 4%. Además, la persona que apuesta por la apertura establecimiento debera contar con una formación en restaurantes de 12 meses.