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Cuánto cuesta entrar en una cooperativa eléctrica y lo que se puede ahorrar en la factura de la luz

El alto precio de la luz hace que muchos consumidores se pasen a otras alternativas del mercado y ver qué ventajas y beneficios ofrecen

Lidia Vega

Placas solares propiedad de una cooperativa eléctrica /PEXELS

El precio de la luz está por las nubes y las familias ya no saben qué hacer para recortar gastos y reducir la factura. En este clima de inflación, cada vez más consumidores miran con buenos ojos formar parte de una cooperativa eléctrica. A pesar del coste inicial, los usuarios encuentran más beneficios que inconvenientes a este modelo. 

Según los datos proporcionados a Consumidor Global por parte de Unión Renovables, plataforma que integra a las 21 cooperativas eléctricas más importantes que operan en el país, el número de socios entre 2020 y 2021 se ha incrementado un 10 %, pasando de 105.000 personas a 117.000. “Hemos tenido un incremento de las solicitudes de las personas que quieren apuntarse a las cooperativas. Me imagino que son los vaivenes del mercado lo que impulsan a esas personas a moverse a las cooperativas”, indica Alfonso García Márquez, presidente de esta organización. 

Entrar a una cooperativa eléctrica cuesta unos 100 euros

Para formar parte de una cooperativa eléctrica no basta con apuntarse. El único requisito que tienen todas aquellas personas que quieran beneficiarse de esta modalidad de negocio es hacer un pago inicial. “Para hacerte socio tienes que pagar la aportación obligatoria. Cada cooperativa tiene su cuota de aportación, pero en general suelen rondar los 100 euros”, explica García Márquez.

Una bombilla encendida /PEXELS

Sin embargo, en el caso de que, al cabo de un tiempo, sea el que sea, el usuario decide que no quiere continuar formando parte de esa cooperativa y se quiere marchar o bien a otra, o bien volver a una comercializadora tradicional, no tendría ningún problema. En el momento de querer irse se le devolvería esa tasa inicial.

La energía verde como gancho de atracción

Dos de las principales ventajas que ofrecen las cooperativas eléctricas son: un trato personalizado, casi familiar, y que la energía que ofrecen es verde. “La mayoría de la energía es renovable. Esto se garantiza con los certificados de garantía de origen. Algunas cooperativas tienen ya activos de producción de energía, entonces esto se asocia a la energía que producen, aunque la vuelquen a la red”, señala el presidente de Unión Renovables.

Dos socias de una cooperativa eléctrica viendo los paneles solares /SOM ENERGIA

Sin embargo, Diego Rodríguez, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), va un paso más allá y afirma que “no me espero a ninguna cooperativa a día de doy que quiera atraer socios y no ofrezca energía renovable”. Además, según este experto, todas las pequeñas compañías que quieran competir con gigantes como Iberdrola o Endesa tienen que utilizar la energía verde como gancho para hacer clientes.

Precios atractivos

Otra de las ventajas que ofrecen las cooperativas eléctricas son unos precios más competitivos. Hay algunas de estas empresas, como Emasp, que afirman que "los estudios de eficiencia energética que realizamos reflejan que se puede llegar a ahorrar un 15 % de media". Sin embargo, desde Unión de Renovables son más prudentes con estas cifras. “Las cooperativas tienen que competir en el mercado eléctrico, por lo que sus precios tienen que ser atractivos. Estamos dentro de la media del mercado, pero en muchos momentos su precio es más bajo”, explica Alfonso García.

Pero, ¿cómo pueden conseguir este precio más bajo? Diego Rodríguez indica a Consumidor Global que “las compañías eléctricas se pueden ir al precio del mercado de futuro. Si lo haces bien puedes conseguir mejores precios para tus clientes. El objetivo de ellos es que los consumidores se apropien de los beneficios, ya que son los usuarios son los propios socios”.

Las mismas opciones que una comercializadora tradicional

Otro de los miedos que pueden tener los usuarios a la hora de decantarse por una eléctrica tradicional o por una cooperativa son los servicios que ambas pueden prestar, poniendo especial ojo en la potencia que pueden contratar. “En la potencia no es la comercializadora la que está implicada, sino la distribuidora. Por la regulación del sector eléctrico, ambas entidades tienen que ser compañías diferentes”, afirma Rodríguez.

Dos cargadores conectados a dos enchufes a la vez /PEXELS

Por su parte, desde Unión Renovables afirman que no hay que tener ningún miedo, ya que no existe el riesgo de que la electricidad que llegue a casa no sea la suficiente como para abastecer a ese hogar y puedan sufrir los denominados apagones. “La tarifa que puede instalar cada entidad depende de las capacidades económicas en las que está inmersa”, concluye García Márquez.