El Mobile World Congress es el mejor escenario para contemplar los avances del sector tecnológico y hacerse una idea de hacia dónde irá la industria. Qualcomm, la reina de la producción de chipsets, ha llamado a reforzar la cadena de suministros para que la falta de microchips no genere más crisis.
Tal y como recoge Crónica Global, Cristiano Amon, presidente de la firma, ha señalado que la digitalización sigue en marcha y que para ello será imprescindible seguir produciendo chips. Amon ha sido muy claro y ha afirmado que la pandemia ha revelado las grietas en el sistema de abastecimientos, lo que ha generado que la gente se sensibilice respecto a la importancia de los semiconductores.
Qualcomm apuesta por el internet de las cosas
Asimismo, el directivo ha presentado el Connected Intelligent Edge, su sistema desarrollado para el internet de las cosas, al que ve potencial en sectores como el Metaverso. Esta tecnología llega después de que Qualcomm presentase el FastConnect 7800, el primer chip con conectividad Wifi 7.
Según ha afirmado Amon, este chip proporcionará mayor velocidad, mayor rango y menor latencia. El FastConnect 7800 incrementa hasta un 240 % la velocidad de la versión anterior, hasta llegar a 5,8 gigabytes por segundo (Gbps), además de proporcionar ahorros de energía de entre el 30 % y el 50 %.
Inteligencia perimetral
Este chip también incorpora el Bluetooth 5.3, lo que permitirá duplicar el rango y reducir a la mitad el tiempo que cuesta emparejar dispositivos. Junto con este anuncio, Qualcomm también ha presentado el Snapdragon X70, que introduce procesador de inteligencia artificial (IA) 5G en un sistema de módem RF.
Durante su intervención, el presidente de la firma ha resaltado la intención de centrarse en la inteligencia perimetral, es decir, la combinación de conectividad inalámbrica avanzada, el procesamiento de alto rendimiento en componentes de pequeño tamaño y la IA, ubicada cerca de los dispositivos que usan y generan datos. Según sus estimaciones, este mercado se multiplicará por siete en la próxima década, hasta los más de 600.000 millones de euros.