Pedro Sánchez ya ha anunciado quiénes serán los ministros de la XV legislatura. Hay muchos nombres que repiten, pero también novedades, entre las que figura Pablo Bustinduy, que se hace con la cartera de Consumo en sustitución de Alberto Garzón. No obstante, el líder del PSOE ha decidido que este ministerio se fusionará con el de Derechos Sociales y Agenda 2030, una cartera que antes ocupaba Ione Belarra. Así, Consumo pierde su unicidad.
Esto puede implicar que las políticas específicas de consumo queden un tanto diluidas, ya que Bustinduy tendrá que hacer frente a muchas problemáticas de distinta índole, desde la protección de los menores de edad o los animales a la estrategia nacional de cuidados o los permisos de conciliación.
“Un modelo de consumo justo y sostenible”
Bustinduy ya se ha manifestado en X (antigua Twitter), donde ha asumido el reto “con responsabilidad y gratitud a quienes me han precedido. Dedicaré mi tiempo a ampliar los derechos sociales, condición esencial de la democracia, a defender un modelo de consumo justo y sostenible y a que España sea referente de desarrollo e igualdad. Vamos a ello”, ha expresado.
El joven político y politólogo, nacido en Madrid en 1983, es el hijo de Ángeles Amador, que fue ministra de Sanidad de Felipe González entre 1993 y 1996, y del prestigioso ingeniero Javier Bustinduy, que llegó a ser director de Cercanías de RENFE. Pablo formó parte de Podemos desde los inicios, y fue diputado en el Congreso durante tres años y medio, desde el 13 de enero de 2016 al 21 de mayo de 2019. En ese año estuvo a punto de encabezar la lista de Unidas Podemos al Parlamento Europeo, pero renunció, en medio de la tensión tras la salida de Íñigo Errejón.
Un ministro con vocación académica e internacionalista
De la mano de Yolanda Díaz, Bustinduy regresó a la primera línea de la política para encuadrarse en Sumar. En cuanto a su formación, es licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración, tiene un máster en Historia y Pensamiento Político en el Instituto de Estudios Políticos de París, y en EE. UU. es doctor en Filosofía por la universidad New School for Social Research de Nueva York. Ha dado clase en diferentes universidades.
Según Sumar, se trata de un político “de clara vocación internacionalista y férreo defensor de una Europa social”. La incógnita es si será capaz, sin ocupar un ministerio dedicado exclusivamente a ello, de velar por los derechos de los consumidores en un momento en el que la cesta de la compra no deja de encarecerse, el aceite se dispara y las empresas, desde aerolíneas a telefónicas, cometen infracciones que perjudican al cliente con frecuencia.