El servicio TaskRabbit que Ikea adquirió en 2017 y arrancó su andadura en España en 2020 está dando mucho de qué hablar. Esta aplicación --cuyo servicio se asemeja a Glovo-- reúne a varios usuarios interesados en ralizar tareas de todo tipo, desde montar muebles del gigante sueco a cuidar mascotas. De hecho, Ikea ha prescindido de su servicio propio de transporte y ensamblaje de mobiliario y ahora deriva a sus clientes a los taskers, como se llaman los usarios de TaskRabbit, tal y como ha avanzado El Diario.
No obstante, la compañía ya ha recibido varias quejas en redes sociales de numerosos clientes insatisfechos. Tanto en Twitter como en plataformas tipo Trustpilot, este servicio acumula una larga lista de reclamaciones.
Montajes a medias y piezas rotas
Las quejas más comunes entre los clientes que han usado TaskRabbit están relacionadas con trabajos realizados a medias, el plantón de algunos montadores, cancelaciones inesperadas, muebles rotos o cobros de un servicio que no se ha realizado. Un ejemplo claro es de Olga, una cliente de Ikea que, tras comprar varios muebles para su madre, solicitó el servicio de un tasker para que se los montara. Pero, después, se encontró con un armario roto y un servicio inacabado. Su frustración creió al intentar contactar con TaskRabbit mediante un teléfono sin éxito. El servicio sólo admite conversaciones vía chat.
Pero el de Olga no ha sido el único caso. Marta también lamenta en Trustpilot que a pesar de que canceló el servicio con antelación, "el tasker le cobró 21,83 euros" por nada. Y la usuaria @perradesatan se quejaba en Twitter de que le rompieron una pieza del mueble que compró y los montadores de TaskRabbit se marcharon "porque se les olvidó el taladro". De momento, Ikea no se ha pronunciado al respecto de estas reclamaciones y quejas.