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Comprarse una mansión por un puñado de bitcoins: una inversión sólo al alcance de unos pocos
Adquirir un inmueble con criptomonedas es legal en España, pero tiene ciertos inconvenientes y todavía ocupa un nicho de mercado muy reducido
Por 13 bitcoins se vende una villa de 150 metros cuadrados con piscina en Benidorm (Alicante). Cerca de la Playa de los Cristianos, en Tenerife, se puede adquirir una mansión de casi 500 metros cuadrados por 40 bitcoins, o, lo que es lo mismo, 1.050.000 euros --el 21 de julio de 2021 la cotización de la criptomoneda más popular es de 26.634,44 euros--. “Acepto bitcoins”, destacan en sus anuncios decenas de propietarios.
En el portal inmobiliario Idealista, por ejemplo, hay hasta 47 propiedades en venta en las que los usuarios aceptan, también, el pago en criptomonedas. "Es obligatorio poner un precio en euros, aunque algunos anunciantes pueden aceptar otros modos de pago que indican en los comentarios", explica Beñat del Coso, responsable de comunicación de Idealista. “Aunque es verdad que las criptomonedas cada vez tienen más protagonismo, a día de hoy no podemos decir que sea un modo de pago popularizado o generalmente aceptado en el sector. No hay un volumen de transacciones relevante, pero es el futuro”, expone a Consumidor Global Emiliano Bermúdez, subdirector general de donpiso, inmobiliaria que el pasado enero vendió un piso en Tarragona por 8 bitcoins.
¿Cómo se compra una casa con criptomonedas?
La compraventa y el alquiler de inmuebles en España con criptomonedas es legal en el marco jurídico español. El primer requisito es que comprador y vendedor acuerden una forma de pago en cualquiera de las cerca de 8.000 criptomonedas que existen a día de hoy, aunque las más utilizadas son bitcoin y ethereum. “Ningún notario y ningún banco te pondrán problemas”, apunta Oriol Sabater, CIO de Tecnotramit, empresa de servicios para compañías inmobiliarias.
Dada la enorme volatilidad de las criptomonedas, los expertos coinciden en que una de las claves reside en el momento en el que se llevará a cabo la transacción. “En el instante de la firma pactas el valor del inmueble en función de la cotización del bitcoin”, detalla Sabater. Llegados a este punto, se hace la conversión de la moneda virtual a euros porque “no se puede escriturar un inmueble en bitcoins, el precio que aparece en el Registro de la Propiedad debe ser en una moneda respaldada por el Banco Central Europeo”, explica Bermúdez.
Un target muy elitista
Al comprar un inmueble, tanto el comprador como el vendedor asumen el mismo riesgo: la enorme volatilidad de la criptomoneda. Así pues, unos días después de la firma una compra buena puede pasar a ser pésima --si la cotización de la moneda virtual se dispara, y a la inversa si se desploma--. “Algunos compradores nos han planteado la posibilidad de realizar el pago en bitcoins, sobre todo extranjeros”, apunta Bermúdez.
En la misma línea, Sabater explica que la compra de una vivienda con criptomonedas es algo más habitual en países como Estados Unidos que en España. Además, “se limita mucho a grandes inversores especializados en el sector digital. La persona de a pie, normalmente, no entra en todo esto. Entras en criptomonedas cuando tienes mucho dinero o si eres un loco de la tecnología”, explica Sabater, quien opina que para compras muy altas se impondrá el pago con criptomonedas en cuatro o cinco años.
Dificultades operativas
En el momento de comprar una casa con bitcoins es necesario demostrar que el origen de los fondos es lícito. “Se deben cumplir una serie de normas de prevención contra el blanqueo”, explica Sabater, quien añade que dependiendo del tipo de criptomonedas es más complejo demostrarlo ante la Agencia Tributaria. “Con bitcoin, si va de wallet a wallet es como si fuera dinero en efectivo que va de cartera a cartera. La única forma de que esto pase por un canal limpio o regulado es que estos bitcoins vengan a través de una transferencia con un intermediario que valide todas las regulaciones establecidas”, detalla Luz Parrondo, directora del postgrado en blockchain de la Universidad Pompeu Fabra Barcelona School of Management.
Otro pequeño hándicap es el hecho de que el pago de impuestos, notario y registro todavía es imposible hacerlo con criptomonedas. En este punto, los expertos coinciden en que España tiene uno de los mejores registros de la propiedad del mundo, pero que debería tecnificarse para agilizar este tipo de operaciones con menos papeleo y de manera virtual. Una de las pocas ventajas que tiene la compra de un inmueble con criptomonedas es que en la Unión Europea el cambio de bitcoins a euros no está sujeto a IVA.
¿Se puede pagar el alquiler con bitcoins?
Mientras en España ya se han dado varios casos de compraventa de casas y naves industriales con criptomonedas, el tema de pagar el alquiler con monedas virtuales es todavía más incipiente. “Al pagar cada mes la cotización varía, por lo que normalmente se suele pactar un intervalo de importe, es decir, si el bitcoin sube o baja más del 10 % se paga en euros para que resulte justo para ambas partes”, explica Sabater, quien asegura que las operaciones de este tipo de las que ha tenido conocimiento han tenido lugar en el extranjero. “En España todo llega con algo de retraso”, añade.
Parece evidente que no todo el mundo confía en la intangibilidad de las criptomonedas, pero “esto también nos pasó con las tarjetas de crédito y con las tiendas online. En el sector inmobiliario está en crecimiento”, sentencia Bermúdez.
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