Hace tiempo que comprar un móvil dejó de ser un ritual que incluía peregrinar a la tienda, probarlo, sostenerlo y abrir la caja con ceremonia después de pagarlo. Ahora, lo que hay es mucha lectura previa, el pago a través de un marketplace y la espera tensa que precede a la entrega. Juro que vale la pena esperar, y esperar y esperar un suspiro, que decía Luis Fonsi. Pero no siempre es así. La tienda Tecnomari forma parte de la legión de establecimientos en los que es posible hacerse con el último modelo de iPhone o de Samsung, pero la firma no convence a todos los consumidores. A muchos les toca esperar meses para un reembolso tras la cancelación de un pedido.
Además, en ocasiones, estas cancelaciones se explican por la tardanza de la empresa a la hora de enviar los teléfonos. Es decir, que, en ocasiones, los consumidores se han visto forzados a ello. Aunque no siempre les ha salido bien.
“El móvil me llegó al final, contra todo pronóstico”
Enric G. Solares es uno de los consumidores que ha vivido en primera persona los retrasos de Tecnomari. Explica a Consumidor Global que previamente había comprado otros productos en la empresa y había ido bien, pero, “por lo que se ve, cambiaron de dueños y desde entonces nada que ver con los anteriores”. Solares realizó un pedido, y pasados dos días no tenía todavía la confirmación por correo. “Me preocupé y empecé a mirar las reseñas, y se ve que había caído en una especie de estafa”, expone.
Estuvo, aproximadamente, un mes llamando todos los días a la empresa, con correos constantes y críticas negativas por redes. “Eso no les gustó nada, pero a pesar de que decían que me enviarían el móvil, nunca lo hacían”, indica Solares. Al final le llamaron y le dijeron que le enviarían el móvil esa misma tarde, pero que quitase los mensajes. Le llegó con más de un mes de retraso, cuando ya tenía todo listo para presentar una denuncia a la Policía. “Me llegó contra todo pronóstico, y los comentarios no los quité”, cuenta.
Sin dinero cuatro meses después de tramitar la devolución
La situación de Marina Jacinto es todavía más dramática. “En enero realicé un pedido por Tecnomari basándome en la nota que tienen en reseñas de Google, sin indagar mucho en las reseñas en sí (de ahí mi error)”, relata. Su pedido comenzó a retrasarse, y desde la compañía le “daban largas”, como que la plantilla se había reducido por el Covid.
“Al final decidí cancelar el pedido antes de que pasara un mes, por miedo a no poder reclamar por el banco. Esto fue en febrero, y a día de hoy, en junio, sigo sin recibir mi dinero. He reclamado formalmente en la oficina del consumidor de mi municipio, y reiteradamente a ellos, aunque por teléfono siempre atiende un empleado que da excusas y nunca te pasa a un responsable”, expresa. “Lo más frustrante de todo esto es que la página sigue funcionando, no hay represalias”, lamenta.
Los plazos no se cumplen con Tecnomari
Carlos Rubio tuvo una experiencia similar. Él pidió un móvil, después lo canceló y no recibió el reembolso hasta dos meses después. “No fue fácil el contacto, porque, aunque cogían las llamadas de teléfono, lo único que hacían era enviar una reclamación al departamento de administración y abrir una incidencia. En mi caso abrieron unas 9 incidencias”, relata. Fue tras quejarse vía Twitter cuando Tecnomari prestó atención a su caso.
Patricia Leal compró un producto que en teoría le iba llegar, como tarde, en una semana; pero, pasadas dos, no tenía nada. “Después de llamarles y enviarles e-mails constantes donde todo lo que recibía eran largas (‘estamos en ello, estoy a la espera de que administración me pase el comprobante de la devolución’) cancelé el pedido y reclamé al banco. Gracias al banco he obtenido el dinero después de estar dos meses esperando”, describe a este medio. Leal añade que, a su juicio, “juegan con el dinero de la gente para poder seguir y parece que una vez vencidos los plazos máximos te devuelven el dinero para no tener problemas”.
La postura de la empresa
Este medio se ha puesto en contacto con Tecnomari para conocer su punto de vista. La empresa reconoce que ha pasado una mala situación (“cuestión de meses”, precisan) que ha provocado demoras en los reembolsos. “Sin embargo, a día de hoy estamos solventando la situación y nos encontramos realizando entregas garantizadas en 24 horas y sin ningún tipo de demora”, recalcan.
Estas demoras en los reembolsos, señalan, se explican por un problema con la pasarela de pago, “ya que por bloqueos no permitía realizar reembolsos ni nos ingresaban el dinero de las compras”. Por ello, cerraron el acuerdo con la entidad bancaria. “Ahora la lucha es nuestra con la entidad bancaria por todos los pagos que nos deben, y seguimos reembolsando pedidos anteriores y solventando la situación de la mejor manera posible”, precisan. En cuanto a las demoras con los envíos, justifican que afecta a envíos anteriores a mayo, cuando en la web “se indicaba explícitamente” la alta demanda que estaba sufriendo la compañía y el retraso que podía existir.
Malas reseñas
No obstante, a pesar de que la compañía enmarca los problemas en el pasado, en la web de reseñas Trustpilot hay críticas muy recientes. En una de las últimas, un consumidor dice que lleva 4 meses esperando su devolución. “Miles de emails y llamadas, mi dinero y mi tiempo tirados a la basura”, clama. En la misma línea, otros señalan que Tecnomari “no respeta el plazo de entrega, y al final te hace el lío”. En total, la empresa tiene más de 800 opiniones polarizadas: o muy buenas o muy malas. Entre las más duras, Pablo S. arguyó que “son unos estafadores, no te entregan el producto comprado, y te van posponiendo la entrega para confundir, mejor denunciar cuanto antes”.
Además, hay situaciones extrañas que ejemplifican bien el caos con el stock. Leonel F. relata que recibió un pedido con sólo 4 días de retraso. “Yo había comprado un iPhone 13 en azul, y me dijeron que no tenían stock de este y que me podían dar uno de otro color si quería recibirlo más rápido. Dije que sí. Me llamaron para recogerlo en tienda y cuando llegué me dieron el que había pedido, en azul. No lo entendí, creo que no tienen un sistema óptimo”, zanja.