Como cada día, David Navarro sale de su casa en dirección al trabajo montado en su bicicleta. Al llegar, la aparca en el mismo sitio de siempre, le pone su candado, le echa un último vistazo y entra por la puerta de la tienda donde trabaja. El establecimiento, situado en Sabadell (Barcelona), tiene por nombre Bici Escapa, y vende todo tipo de velocípedos, modelos eléctricos, de montaña o de paseo.
“Tenemos un sobrestock. Entre los años 2020 y 2021 experimentamos un boom de demanda y ahora ha bajado bastante la clientela en los últimos meses”, destaca. Sin embargo, los precios siguen creciendo.
Sobran bicis
Tras el confinamiento al que se expuso el país hace ya dos años, muchos fueron los que decidieron comprarse una bicicleta para desplazarse. Pero eso ha cambiado.
“El consumo se llegó a incrementar el año pasado en torno a un 54 %, sin embargo, esa tendencia alcista ha bajado y podríamos decir que aquellas previsiones que hablaban de crecimiento sostenido se han derrumbado. La demanda ha bajado y hay muchos fabricantes que se encuentran con que habían hecho provisión y habían hecho acopio, y ahora tienen una gran acumulación de bicis”, explica Cristian Castillo, profesor de Economía de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y experto en logística.
La demanda baja
De esta manera, teniendo en cuenta esa demanda que había, muchas tiendas del sector reconocen que no acaban de tener esa salida que se esperaban y, tal y como argumenta el experto a este medio, “muchas compañías de fabricación de bicicletas o incluso mayoristas que las venden cuentan actualmente con más stock del necesario debido a ese boom que hubo de la bicicleta, que parece que ahora no está siguiendo esa estela”.
En los últimos meses, David ha experimentado que por su local pasa menos clientela. “Vendemos mucho menos y tenemos mucho más. Esa es la paradoja actual, cuando antes era al revés”, relata. Según cuenta, el vendedor y también ciclista en su tiempo de ocio, antes apenas tenían bicicletas porque no llegaban los componentes y piezas necesarias. “Le pedía a mi proveedor, la multinacional japonesa Shimano, algunos frenos o discos, pero tardaban entre seis o siete meses en llegar.
Un 15 % más caras
“El sector se encuentra estabilizado a día de hoy. Sí que es cierto que puede haber algunos casos de rotura de stock puntuales, sobre todo si hablamos de bicicleta eléctrica que lleva semiconductores. Pero a nivel general podríamos decir que no hay ningún problema de abastecimiento más allá de casos puntuales”, apunta Castillo. “Además, los plazos de entrega son inferiores, sólo los modelos eléctricos pueden seguir teniendo retrasos, pero no tan elevados”, recalca.
Desde Sanferbike, en Madrid, señalan que el incremento de los costes del transporte y de las materias primas también está ralentizando la entrega de algunas piezas. “Los fabricantes de bicicletas están ubicados, en su mayoría, en Asia. Ahora en un contexto de inflación, donde todo es más caro, los precios de las bicicletas también han subido entre un 10 % y un 15 %, según el modelo y de la marca del velocípedo”, comentan a este medio desde el establecimiento madrileño. En la tienda de David Navarro también se ha subido el precio un 15 %. Al finalizar la jornada, el joven vuelve a vender menos de lo esperado. Cierra la persiana del local. Le quita el candado a su bici y vuelve a su casa.