Un mensaje del banco que resulta ser una trampa orquestada por ciberdelincuentes, un correo electrónico fraudulento, una empresa eléctrica que se hace pasar por otra… Las estafas están a la orden del día y se intensifican en los periodos en los que peor van los bolsillos de los hogares. Una de las últimas es la estafa de los 20 euros, en la que el consumidor cree que su compañía telefónica le va a subir ese precio en su tarifa. Asustado, proporciona unos datos que pueden ser vitales.
Marta López explica a Consumidor Global que recibió una llamada “supuestamente de Vodafone” porque, debido a problemas técnicos, tenían que cambiar el cableado, lo que iba a implicar un incremento de 20 euros al mes en su factura. “Me llamaron y coló del todo”, reconoce. Al otro lado del teléfono, el estafador “fue amable y me explicó que iba a ocurrir con todos los clientes, que era una subida general y obligatoria”, indica López, quien precisa que, a sus 26 años, es nueva en lo de ser la titular de una línea. Por eso, pidió que llamaran más tarde para que ella pudiera hablarlo con su madre.
Incidencias técnicas con el cableado
“Entonces me dijeron que, si quería, ellos podían hablar con ella, y les di el número. Yo igualmente llamé a mi madre para ponerla al tanto. Hacía poco tiempo que habíamos decidido que fuese yo la titular de la línea, por lo que habíamos cogido una oferta, así que nos extrañó. Le comenté todo a ella y por desconfianza decidí también llamar a Vodafone. Desde la compañía me dijeron que para nada me habían llamado ellos y que era mentira, no existía ningún cambio ni ninguna subida”, afirma. Así que supo que no habría problemas, pero se quedó con la duda de quién le había llamado entonces.
“Al día siguiente llamaron a mi madre, y esta vez nosotras estábamos al tanto de que era una estafa. Reconocí la voz de la chica que me había llamado anteriormente y le pedí por favor que me dijera mis datos y qué era lo que yo tenía contratado. La chica se puso nerviosa y nos amenazó diciendo que nos cortarían la línea y ya está. Yo le dije que estaba al tanto de que era todo mentira y colgó. Obviamente, hablé con Vodafone y me lo desmintieron”, describe López. Según detalla, la voz era la de una persona latinoamericana.
“Tenía toda la pinta de estafa”
Janka Palma también recibió una llamada sospechosa, en este caso a su fijo, en la que le dijeron que eran de Vodafone e iban a incrementar el precio de su tarifa. “Me sorprendió, la verdad es que tenía toda la pinta de estafa. Me preguntaron qué tal, cómo me funcionaba el servicio… Y yo justamente acababa de cambiar el router, así que pensé que podría ser por eso, pero no”, explica.
Y añade: “A continuación, me dijeron que estaban cambiando el cableado, y que a partir de mañana mi tarifa sería 20 euros más cara”. Le resultó raro, porque si a los clientes les dan un plazo de un mes para algunos trámites, ¿cómo iba a encarecerse 20 euros una tarifa de un día para otro?
Datos en poder de compañías externas
Entonces Palma pensó que “había gato encerrado”, así que le contestó a la supuesta trabajadora de Vodafone que no aceptaba ese cambio, y que, si era necesario, dejaría la compañía. El tono de su interlocutora, recuerda, no fue grosero, sino más bien indiferente. “Pareció que le daba igual. Estas compañías siempre ponen pegas cuando les dices que te vas a marchar, así que me llamó la atención que no le importase. Me dijo que, en ese caso, al día siguiente empezaría a recibir llamadas de otras empresas telefónicas”, recuerda Palma. Lo que sí le chirría es que, independientemente de quiénes fueran los estafadores, tuvieran cierta información sobre ella.
“Recuerdo que sabían que yo había hecho dos llamadas hace poco a Vodafone por asuntos de reclamaciones, no sé por qué, pero lo sabían. Creo que se venden datos personales de la gente, y eso es un problema”, afirma Palma. Con todo, Vodafone se puso en contacto con ella después de que denunciase la situación en Twitter, y verificaron que la llamada no venía de la empresa. “Me dijeron que ellos trabajan con compañías externas, así que igual alguna de ellas tenía mis datos”, expone, con cierta resignación. Cree que Vodafone hizo lo que estaba en su mano, y su sensación es que los estafadores “estaban preparando el terreno” para luego llamar de nuevo, ofrecerle un cambio y obtener más datos personales.
La empresa conoce el problema
Este medio ha preguntado por este problema a Vodafone, desde donde apuntan que es un fraude existente desde hace un tiempo que causa perjuicio tanto a la compañía como a algunos clientes. Además, subrayan que lo importante es acudir a los canales oficiales de la empresa y no fiarse de teóricas llamadas en su nombre. De hecho, conscientes de este timo, la cuenta oficial Vodafone España publicó en Twitter que “se repite la estafa de la doble llamada”. Según la empresa, “primero suplantan a Vodafone avisando de una subida de tarifa, una permanencia o anomalías en tu servicio. Luego te llaman en nombre de otra compañía con una oferta. Desde Vodafone NUNCA te llamaremos por este motivo”, recalcan.
Hace unas semanas, Mónica González denunció este timo en Twitter y publicó dos pantallazos de los números que la habían llamado a ella. Este medio ha llamado a ambos teléfonos para intentar indagar más, pero no ha obtenido respuesta.
También en nombre de Movistar y Orange
No obstante, no es sólo Vodafone. Es un patrón que se repite, tal y como reflejan las quejas en redes sociales de usuarios de Jazztel, Pepephone, Digi y Movistar. Mismo procedimiento, (alertar de subidas repentinas) y misma cantidad (20 euros). Marcial Rodríguez recibió una llamada (también al teléfono fijo) de una persona que se hacía pasar por trabajador de esta última empresa, Movistar. Al oír la justificación del supuesto comercial, Rodríguez contestó que no tenía sentido que le subieran 20 euros por sus dos líneas contratadas, puesto que una de ellas se la había ofrecido la propia empresa gratuitamente hacía pocos meses para que él no se cambiase de compañía. “Lo que me extrañó es que no tenía datos personales, pero sí sabía qué tenía contratado”, indica Rodríguez.
A Javier Lorente le tocó hablar con un estafador que se hacía pasar por empleado de Orange. “Me llamaron al fijo, y me llamaron por mi nombre”, cuenta. Al igual que al resto de afectados, le dijeron que su tarifa iba a subir 20 euros, lo que le resultó raro, porque había firmado una permanencia hacía poco tiempo. “No me cuadraba por ningún lado, así que no me lo creí”, confiesa. Horas después, desde Orange le enviaron un mensaje en el que la compañía decía haber detectado que se habían hecho pasar por ellos.