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Cómo saber si un huevo está malo
Todo el mundo conoce la peligrosidad de comer este alimento en mal estado, pero no se conocen muchos trucos para detectarlo de forma rápida
Los huevos de gallina son un alimento básico en la cocina, porque su precio no es muy elevado y es una buena fuente de proteínas, grasas saludables, vitaminas y minerales. Pero hay que tener muy presente que igual de beneficioso, puede ser realmente dañino para la salud, porque pueden contener bacterias como la salmonela.
Todo el mundo conoce la peligrosidad de comer este alimento en mal estado, pero no se conocen muchos trucos para detectarlo de forma rápida. Desde Caprabo avisan que hay que tener en cuenta varios tips para saber si los huevos que compraste están malos o, por el contrario, están en buen estado y los puedes consumir con tranquilidad.
Los trucos más básicos
Lo primero a la hora de comprar huevos es fijarse en la fecha de consumo preferente. Normalmente, esta información se encuentra en la caja de los huevos. Según el Instituto de Estudios del Huevo, pueden consumirse hasta 28 días después de su puesta. Si esos huevos han estado refrigerados y mantienen una cáscara limpia, no tendrían por qué estar malos a pesar de que hayan pasado varios días de la fecha de consumo preferente de la caja.
El truco más sonado es el de meter el huevo en un vaso con agua. La prueba de la flotabilidad consiste en observar si un huevo flota o se hunde dentro de un vaso, generalmente, lleno de agua. Si el huevo flota, es un indicio de que el huevo contiene más aire dentro, por lo tanto, es menos fresco y puede estar malo. Por el contrario, si el huevo se hunde, su densidad es mayor, lo que significa que es más fresco.
Comprueba la cáscara
Los huevos que están en mal estado podrían tener una cáscara agrietada, fina, frágil o incluso abombada. Aunque este truco no es el definitivo, porque a veces pueden parecer perfectos por fuera y estar en mal estado por dentro.
Si con el huevo cerrado no lo tenemos del todo claro, lo mejor será hacer las últimas comprobaciones antes de cocinarlo y comerlo. Para ello, se pueden seguir varios tips simples, como orientarte por el olor, ver el color de la yema. Otra de las pruebas es observar la separación de la yema y la clara. La clara del huevo debe separarse con facilidad de la yema, en caso de que la yema se adhiera a la clara significa que el huevo no está en buen estado.
¿Cómo evitar que se pongan malos?
Para evitar que los huevos se pongan malos primero de todo hay que asegurarse de que son frescos y guardarlos de forma correcta, evitando que se desarrollen bacterias. La forma más correcta de conservar los huevos es en el frigorífico dentro de su propio envase, porque solo de esta manera no perderemos de vista la fecha de consumo preferente.
Una de las recomendaciones para evitar que los huevos se pongan malos es no lavarlos, porque la cáscara contiene una capa protectora que, tras lavarse, puede romperse y permitir la entrada de bacterias. Los huevos no pueden estar expuestos a la luz solar directa, porque la radiación puede provocar la descomposición de la cáscara, aumentar su temperatura y proliferar las bacterias.
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