La borrasca Celia ha arrastrado desde las Islas Canarias una gran cantidad de polvo en suspensión procedente del Sáhara. Este fenómeno meteorológico, habitual en el archipiélago, se llama calima y podría suponer la cancelación de algunos vuelos peninsulares.
La calima ha llegado la semana del 14 de marzo desde las Islas Canarias a la Península Ibérica y avanzará del sur al norte del país.
La calima, una situación de fuerza mayor
Aena ha informado de que este polvo no ha causado, aún, incidencias operativas en los vuelos. No obstante, la borrasca Celia sí que ha obligado a cancelar seis vuelos y a desviar otros tantos en Canarias.
Sin embargo, en el caso de que la calima suponga un peligro para los pasajeros, la cancelación de vuelos se considera una medida forzosa y necesaria, según informa el portal Reclamador.es.
Los viajeros podrán recuperar el dinero o cambiar de vuelo
Si se cancela un vuelo por el polvo o por la borrasca Celia, las aerolíneas deben reembolsar el dinero del billete o ofrecer a los pasajeros otra fecha. Sin embargo, según matiza Ana Rodríguez, directora de operaciones de Reclamador.es, “no están obligadas a pagar una indemnización”.
Asimismo, si los viajeros tienen que pasar la noche en el lugar de salida del vuelo, porque, por ejemplo, han sido reubicados en otro, esa estancia debe ser abonada por la aerolínea, así como los traslados desde y hasta el aeropuerto.