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Cómo descubrir si en un Airbnb se esconden cámaras ocultas
La plataforma permite la instalación de estos dispositivos, siempre y cuando estén en zonas comunes como la entrada
Airbnb es una de las plataformas de alquiler vacacional que más se usa en todo el mundo. Permite conectar propietarios con viajeros, multiplicando las habitaciones disponibles en una ciudad, con sus consecuentes beneficios y perjuicios. De vez en cuando, en la plataforma se cuelan estafas, pero ahora un usuario ha descubierto otro problema: es muy sencillo instalar cámaras en los alojamientos y la plataforma no las prohíbe de forma explícita.
“Incluso cuando las cámaras están técnicamente permitidas, es muy alarmante”, relata este viajero en el periódico USA Today. “Un Airbnb que alquilé hace unos años tenía alrededor de una docena de cámaras dentro de la casa”, cuenta. El propietario lo había reconocido, pero en la letra pequeña del contrato, de modo que, si el cliente que va a reservar no lo lee con atención, puede no enterarse.
Preguntar al anfitrión
Por eso, este viajero recomienda hacer una serie de preguntas a los anfitriones antes de reservar: Cuál es el número exacto de cámaras y dónde están ubicadas, si están grabando, qué hará el propietario con las grabaciones… Por su parte, Airbnb permite cámaras de seguridad o grabadoras de audio siempre y cuando estén situadas en "espacios públicos" y "espacios comunes", como la puerta principal o una entrada para vehículos.
Eso implica que no es legal instalarlas en el baño, el dormitorio u otras zonas privadas. Además, el viajero debe estar avisado. “Para garantizar la tranquilidad de los anfitriones y los huéspedes, se permiten medidas de seguridad como cámaras de seguridad y dispositivos de control de ruido, siempre y cuando se indiquen claramente en la descripción del anuncio y no vulneren la privacidad de ninguna persona”, dice Airbnb en su web.
Cómo detectar si hay cámaras
No obstante, cualquiera puede esconder fácilmente cámaras pequeñas detrás de muebles, rejillas de ventilación u objetos de decoración. Para detectarlos, el huésped puede intentar buscar el reflejo de la lente. Para ello, lo primero es apagar las luces. Después hay que explorar la habitación con una linterna o un puntero láser en busca de reflejos brillantes.
Cualquier agujero o espacio en las paredes o techos es un lugar susceptible de esconder una cámara. También se puede rastrear el alojamiento con un detector de radiofrecuencia u optar por mirar Wireless Network Watcher, una web que muestra qué dispositivos están conectados a la red wifi. “Hago esto en cada alquiler en el que me alojo”, confiesa el huésped americano. Con todo, no son métodos infalibles.
Qué hacer si encuentras una cámara
Que un propietario haya instalado una cámara en una habitación que se anuncia en Airbnb no es solo una molestia para el huésped, es una grave invasión de la privacidad y un delito.
Por eso, si el cliente encuentra una cámara de vigilancia interior de la que no le habían avisado, lo recomendable es llamar a la policía y explicar el caso, argumentando que hay evidencias directas de que el anfitrión le está espiando dentro de su casa de alquiler.
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