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Los clubes dan cera a la Velada de Ibai Llanos tras su récord de audiencia: “Eso no es boxeo”
Las escuelas creen que lo de Llanos, cuyas entradas se agotaron, fue un espectáculo comercial que les da visibilidad, pero que está alejado de lo que significa este deporte
Cuando en 2001 David Bustamante salió de la Academia de Operación Triunfo, seguramente imaginó que a partir de entonces cambiarían muchas cosas en su vida, pero no que combatiría en un ring de boxeo delante de 12.000 personas a finales de junio de 2022. Ocurrió, en concreto, el 25 de junio, durante la Velada del Año II, un evento organizado por el streamer Ibai Llanos en el que varias estrellas de Internet combatieron en el Pabellón Olímpico de Badalona. Con las entradas agotadas y una reventa con la que muchos han querido hacer negocio, los clubes profesionales de boxeo miran con recelo este evento masivo. Algunos consideran que dicha Velada no se puede considerar auténtico boxeo.
Ibai reventó el récord de espectadores en directo en Twitch con este espectáculo visto por más de tres millones de personas. Por otra parte, según refleja Smartme Analytics, la Velada del Año II dejó K.O. a las cadenas tradicionales: logró un 18 % de cuota de pantalla, más que Telecinco o Antena 3 en las respectivas franjas horarias. Pero eso no basta para convencer a los que llevan toda la vida resistiendo los golpes.
Los clubes de boxeo y su opinión sobre la Velada de Llanos
Charlie Miralles es socio gerente de Boxing Unitres, un gimnasio de boxeo en Picanya (Valencia). Este experimentado promotor cuenta a Consumidor Global que “Ibai Llanos hace una carrera de chapas y lo peta igual”. Además, se pregunta si todos los jóvenes que participaron estaban federados, porque sería su obligación. “¿Que Ibai ha puesto arriba el nombre del boxeo? Sí”, reconoce Miralles, antes de añadir que, sin embargo, ese show no se puede comparar con el boxeo profesional. Por otra parte, cree que, si de verdad se hubiese querido promocionar e impulsar el deporte, lo correcto habría sido programar un combate entre profesionales de verdad “para demostrar de qué va”.
A juicio de Miralles, el streamer vasco “ha visto un filón”. Pero, “¿qué habría pasado si a alguien le dan un mal golpe? Un golpe feo”, aventura. Miralles cree que el marrón se lo habría comido el boxeo como deporte, porque se habría manchado su nombre. “Mis chavales hacen régimen para luchar contra su propio peso, hacen entrenamientos serios, guanteos… ¿Estos qué han hecho?”, cuestiona. Además, incide en la importancia del respeto y la prudencia. “Nosotros tenemos un respeto muy grande al ring. Si mis chavales no están preparados, yo no los subo”, recalca.
El estilo “que se lleva ahora”
Desde el club de Boxeo Giovanni Jaramillo, ubicado en el madrileño barrio de Carabanchel, el propio Jaramillo, excampeón de España de pesos gallo, admite que el estilo de Ibai “es lo que se lleva ahora”. Este púgil reconoce que él no vio el combate, pero que sus alumnos le han hablado mucho de él. No lo critica, aunque habla de la Velada sin mucho entusiasmo: “Yo creo que en cierto modo está bien cuidado, combatieron con sus guantes y su protección, y claro que puede dar visibilidad. Llama la atención, es gente que destaca en sus ámbitos y es atrayente para el público”, argumenta Jaramillo. En su club, el precio de las clases es de 50 euros al mes, y se puede acudir todas las veces que uno desee de lunes a sábado. “No cobro por horas ni por días. Es barato, porque conozco el barrio en el que estoy”, expresa.
A pesar de todo, a este experto le “entristece un poco” porque “otros nos hemos partido la cara de verdad”, admite, con una carcajada honda, pero amarga. “Pero bueno, Mayweather y McGregor también generan mucho ruido. Una pelea es siempre una pelea, y eso a la gente le encanta, aunque diga que no”, añade. Su conclusión es que hay que aceptar lo que está de moda, e intentar ver la parte positiva. Así, Jaramillo aventura que quizá los no iniciados se acerquen a los clubes gracias a eventos de este tipo, pero que se queden o no dependerá del entrenador. “Yo sólo soy uno más, e intento hacerlo lo mejor posible”, destaca.
Un espectáculo con luces y sombras
Rubén Alonso, uno de los responsables de Smoking Joe, un club ubicado en Santander, se muestra más frío. “Yo no estoy ni a favor ni en contra de estas cosas, pero sí entiendo que hay personas que no conocen el deporte a las que les pueda picar la curiosidad”, concede. No obstante, después suelta el derechazo: “Quizá le dé visibilidad, pero eso para mí no es boxeo. No se puede decir que sean boxeadores, no es comparable con los peleadores de verdad, ni siquiera con los de 15 años, que se lo toman mucho más en serio”, expresa, contundente.
Al mismo tiempo, aunque Alonso lo ve como algo “muy comercial”, también afirma que “a todo el mundo le gusta ver cómo pegan a Bustamante”. En la misma línea, Ángel Hugo Ramírez, alias Tren Ramírez y dos veces subcampeón del mundo, cuenta desde su sala de L’Hospitalet de Llobregat que “lo de Ibai” tiene “luces y sombras”. Por un lado, porque quizá las personas sin ninguna vocación se acerquen ahora a un gimnasio “aunque sea para preguntar”. Por el otro, porque, a su forma de ver, es un evento puramente “comercial”.
Un deporte en el que “te juegas la vida”
Los más experimentados tampoco lo ven claro. Marco Pérez forma parte del Club de Boxeo La Unión, una entidad centenaria de Castellón donde las clases cuestan 30 euros al mes, y explica que “todo lo que sea marketing es positivo”. Bajo su punto de vista, es innegable que lo de Ibai “ha sido un pelotazo”, pero “ni todo es malo ni tan bueno”. Así, Pérez remarca que el boxeo “no es un juego” y requiere una preparación muy importante.
“A la gente le cuesta meses y años trabajar una preparación que ellos han hecho en cuatro días”, expresa, con más resignación que desdén. “Con esto te juegas la vida”, añade el experto, que también pone el foco en la generación de ingresos. “Hay boxeadores profesionales que cobra una miseria, hoy en día es muy difícil vivir del boxeo incluso para los profesionales”, señala Pérez, en contraposición al éxito comercial de los streamers. Los precios para ver la Velada oscilaban entre los 25 y los 200 euros, pero estas tarifas se dispararon con la reventa.
Una vuelta de tuerca
En cambio, José Manuel Pacheco, del sevillano Kaká Boxing Club, indica que “a raíz de esto vendrá más gente, 100 % seguro”. Pacheco deja claro que “el boxeo es un deporte noble, olímpico, pero también es un show, aunque no tanto como la lucha libre”. En líneas generales, se muestra “contento porque ahora se habla más de él”.
Pérez, de La Unión, critica que “estamos en una sociedad en la que lo que importa es la imagen, las redes sociales y lo ficticio. A todo el mundo le gustaría coger un coche de carreras, pero no todo el mundo está preparado para hacerlo”, advierte. Con todo, cree que el boxeo español debe “dar una vuelta de tuerca” para volverse más competitivo y atractivo. Lo complejo es determinar cuántas gotas de show y de postureo requerirá dar ese golpe.
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