Navegar seguro en internet a veces parece misión imposible: estafas que llegan al correo electrónico, bots, virus en determinadas páginas webs… El año pasado se abrieron casi 17.000 procedimientos judiciales por ciberdelincuencia, y todos los expertos coinciden en que se incrementarán en el futuro.
Sin embargo, tal y como detallan los expertos de Informática, Multimedia y Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) hay algunas claves que pueden ayudar a estar meno expuesto.
1- Una contraseña diferente para cada cuenta
En primer lugar, es aconsejable tener una contraseña para cada plataforma. No repetir las claves en Twitter y Gmail, por ejemplo, implica que, si los ciberdelincuentes la descubren, no tengan acceso a más de un sitio.
Además, es conveniente que la contraseña sea extensa e incluya números, letras, mayúsculas y minúsculas.
2- Antivirus
Un antivirus es uno de los escudos más elementales ante las amenazas del entorno digital. Y aunque eso suponga gastar un poco más, los expertos insisten en su importancia.
Asimismo, los hay de muchas clases y precios, pero lo conveniente es no quedarse nunca desprotegido. Una ciberestafa puede salir mucho más cara.
3- Extensiones
Por su parte, las extensiones, que a grandes rasgos amplían funciones de los navegadores, pueden volverse peligrosas si acceden a los datos del disco.
Por ello, es útil fijarse en si solicitan “leer y modificar los datos de los sitios webs” e instalarlas sólo si son legítimas (por ejemplo, asegurarse de hacerlo desde las webs oficiales, como el Web Store de Chrome).
4- Compras online
Antes de hacer una compra online, es conveniente sondear la web en la que se va a realizar y buscar si hay opiniones sobre ella.
El escepticismo y la confianza pueden convertirse en grandes aliados. Igualmente, si llega al correo un mensaje de una empresa sobre un asunto del que no se tiene constancia (devoluciones, pagos pendientes, descuentos), lo mejor es visitar directamente la web de la empresa.
5- Tarjetas virtuales
Para tener un grado de protección alto a la hora de hacer compras en línea, se puede optar por una tarjeta virtual de un solo uso para hacer el pago.
De esta manera, en caso de que se hagan con nuestras credenciales sólo podrán gastar el dinero que hayamos dejado en depósito en la misma.
6- Copias de seguridad y usuarios diferentes
Por otra parte, un factor de autenticación (como el método de enviar un mensaje al móvil al escribir la contraseña) aumenta el grado de seguridad. Igualmente, los gestores de contraseñas funcionan como ficheros en los que almacenar todas ellas.
También minimiza riesgos crear una copia de seguridad del disco duro cada vez que se compre un portátil. Esta copia funcionaría como una salvaguarda si hubiera que reinstalar.
7- Diferentes usuarios
También es eficaz emplear un usuario diferente al administrador. Si no se navega con el perfil del administrador de manera habitual, las opciones de los ciberdelincuentes de acceder a él se reducen.
Por eso, esta fácil herramienta puede resultar muy útil.
8- Atención a las webs extrañas
Si el comienzo de una URL no es https, ya es mala señal, puesto que el cifrado de los datos no está garantizado. Igualmente, el icono del candado que aparece al lado de la dirección de una web no proporciona protección, sólo es un aviso.
Tampoco el modo incógnito es una capa invisible que oculte al internauta: no es anónimo, solamente no guarda las cookies.
9- Las cookies
Las cookies son otro apartado problemático. Los expertos de la UOC recomiendan tomarse un momento en mirar la configuración de las que se aceptan y no hacerlo nunca de manera automática.
En la misma línea, es posible evitar la huella del navegador usando Tor.
10- Precaución con las redes y los navegadores
Al navegar con redes wifi abiertas (en bares o bibliotecas, por ejemplo) nunca se deben introducir contraseñas ni hacer compras. En estos casos las redes VPN son recomendables, ya que garantizan que los datos viajen cifrados. En cuanto a las redes de casa, es indispensable que tengan contraseña.
Los códigos QR tampoco están exentos de riesgos. La recomendación principal es mirar cuál es la dirección URL a la que dirigen. Por último, los navegadores web deben estar siempre actualizados.