Cuando alguien piensa en cirugía estética, suele ser en partes del cuerpo más o menos visibles. Nariz, labios, párpados, pechos… Las mujeres se someten a más operaciones que los hombres, según los datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética. Y, en este sentido, los varones suelen optar por operaciones como la extracción de grasas, pero también hay fórmulas para realzar las partes del cuerpo más íntimas. Se trata de la cirugía genital masculina, una disciplina a caballo entre la urología y la cirugía estética que abarca desde el alargamiento y engrosamiento del pene hasta el rejuvenecimiento del escroto. A veces basta con pagar 6.000 euros para romper uno de estos complejos. Pero cuidado que los resultados no siempre asombran.
Shakira cantaba eso de “suerte que mis pechos sean pequeños y no los confundas con montañas”, pero los hombres, con su órgano sexual, suelen ser más elementales y priorizan el tamaño. No obstante, no siempre es un mero asunto estético, sino que a veces funciona como un mecanismo para solucionar complejos o traumas. Preguntamos a varios doctores para conocer los entresijos de esta operación.
El engrosamiento o alargamiento del pene puede no cumplir las expectativas
Desde hace milenios, los órganos sexuales han gozado de un papel protagonista en el arte, tanto en esculturas orientales como en pequeñas figurillas romanas. Se representaban y a veces se veneraban. Sin embargo, tal y como detalla el doctor turco E. Can Serefoglu en un artículo científico publicado en la prestigiosa revista Nature, la exposición a un contenido sexualmente explícito en Internet “ha creado expectativas poco realistas sobre el pene ideal", lo que ha desembocado en un aumento de la insatisfacción. Y esta insatisfacción se palia con billetera, anestesia y la maestría de los especialistas.
El doctor Esteban Sarmentero, especialista en cirugía estética, explica a Consumidor Global que el perfil del cliente que se somete a estas operaciones es muy variado, pero se trata, sobre todo, de “gente que es sexualmente muy activa, entre los 20 y los 50 años”, detalla. Una operación de este tipo podría parecer compleja o arriesgada, pero Sarmentero defiende que las complicaciones tras una operación de engrosamiento o alargamiento del pene son “irrelevantes”. No obstante, el doctor menciona que sí puede haber algún problemilla en cuanto a expectativas: que el paciente no logre el aumento de tamaño que deseaba.
Una cirugía de hasta 6.000 euros para añadir cuatro centímetros
La ciencia hace milagros, pero en este caso el alargamiento máximo es de “unos 3 o 4 centímetros”. En cuanto a la penitencia, tras la operación es necesario paralizar la actividad sexual durante “aproximadamente un mes”, cuenta el doctor. Por otra parte, Sarmentero señala que el rango de precios varía mucho en su clínica. El experto explica que el engrosamiento puede ir desde los 1.000 euros, si el tratamiento se realiza con ácido hialurónico, hasta los 6.000 euros, si lo que se hace es introducir “unas láminas de colágeno”.
Con todo, el servicio de cirugía genital masculina no es sinónimo de éxito para todas las clínicas. El responsable de una ubicada Madrid, que prefiere no revelar su nombre, asegura que en su negocio la practicaba un urólogo, pero tras una serie de “desavenencias”, decidieron retirarla de la carta de servicios. “El problema es que son cirugías que generan muchas expectativas y tienen unos resultados… moderados”, reconoce, con una nota de reproche en la voz. Según cuenta, algunos hombres acudían con el pensamiento de que su miembro viril se transformaría, pero tampoco es algo mágico lo que se consigue.
Mejor en las personas con más grasa
Tal y como señala este doctor, el alargamiento del pene se logra “a costa de soltar un ligamento”, por lo que no se introduce material nuevo. “Hay pacientes que piensan que tienen el pene corto, y lo que les ocurre es que tienen un exceso de peso”, señala. Esto significa que el exceso de grasa afecta a la visibilidad de este órgano.
Desde la clínica del doctor Joaquín Pérez Guisado-Rosa, que presta servicios en Jaén, Córdoba, Málaga y Granada, matizan que la técnica del alargamiento a través del corte del ligamento suspensorio (una estructura que une el pene con el hueso del pubis) “está totalmente desaconsejada por la comunidad internacional de urólogos”. Por eso, bajo su punto de vista, la única técnica fiable “es el desenterramiento peneano”, que sólo se recomienda a pacientes a los que les sobre grasa en el pubis. En definitiva, aclaran, “una persona delgada, a día de hoy, no puede ganar longitud en el pene, solamente puede engrosarlo”.
El postoperatorio es tedioso
Con todo, si se hace, hay que hacerlo bien. “El postoperatorio es muy tedioso”, explican desde la clínica de Pérez Guisado-Rosa, y quien no lo cumple a rajatabla puede encontrarse con un desagradable efecto rebote y perder longitud. “No es la primera vez que nos vienen pacientes de Turquía o de otros sitios con este problema”, indican.
Esta operación tiene un coste importante y se lleva a cabo en el quirófano, con anestesia general. Las tarifas no varían mucho en función del centro en el que se realice la operación. Por ejemplo, en el hospital privado Viamed Fuensanta, el engrosamiento sale por 4.000 euros y el alargamiento por 5.500 euros. El pack de ambos viene con descuento: 8.500 euros, para los varones verdaderamente descontentos con su órgano reproductor.