El cierre de los centros de Hedonai deja colgados a cientos de clientes: sin dinero ni compensación

Hedonai es una cadena de centros médicos de belleza que se presenta como “líder en España y con presencia en la mayoría de las provincias españolas”. Asociada con El Corte Inglés, donde se ubican muchos centros, su origen se remonta a 1985, y en su web se proclaman como “una empresa consolidada, con más de 35 años de experiencia en el sector y un éxito acreditado por más de 600.000 clientes”. No obstante, en los últimos meses han defraudado a muchos de esos clientes y su historia de éxito se ensombrece.

A principios de año, un grupo de inversión vinculado al sector de la estética y belleza lanzó una oferta de adquisición a Hedonai, provocando un desbarajuste a nivel nacional: muchas clínicas han cerrado en España sin informar previamente a sus clientes, que reclaman reembolsos por los tratamientos pagados y no recibidos.

Deudas de cientos de euros

No es un problema puntual: en Facebook existe un grupo con más de 1.000 miembros donde los afectados se están organizando: Plataforma de afectados por Vivanta, Láser 2000 y Hedonai, se llama. “Me deben casi 1.000 euros. ¿Cómo nos podemos unir para tomar medidas?”, pregunta un antiguo cliente. La mayoría muestra su inquietud y su incredulidad. “Me ha pasado exactamente lo mismo que a ti. En marzo tenía la cita, me dijeron que cerraban el centro y que me reubicaban en otro. Para los otros centros no me daban la cita hasta junio”, cuenta otra persona.

Jorge Ortiz forma parte de la legión de afectados. Su historia es la de muchos otros. Él la vivió en Mérida, donde estaba siguiendo un tratamiento de fotodepilación láser en un centro Hedonai. No obstante, cuenta a Consumidor Global, lo había empezado años antes, en la clínica Láser 2000, que después fue adquirida por el grupo Vivanta. Él renovó el contrato para seguir el tratamiento y finalmente el grupo Vivanta fue absorbido por Hedonai.

Sucesivas compras

Ese proceso también tuvo sus turbulencias. En 2015, Vousse Corp, propietario de la marca Suávitas, se hizo con el 100 % de Hedonai, que meses después presentó un ERE que afectó al 13 % de su plantilla. El objetivo era ahorrar un millón de euros, y el nuevo propietario también redujo el sueldo de los trabajadores.

Después, a principios de 2023, un pool de inversores vinculados al sector estético lanzó una oferta de adquisición por la unidad productiva de Hedonai. Su propuesta, que incluía la asunción de la deuda del grupo, sumaba unos 19 millones de euros.

“Durante un tiempo, todo marchó bien”

Mientras todo esto sucedía, los clientes continuaban sus tratamientos. “Tras finalizar las sesiones que contraté con el grupo Vivanta, y ya siendo la clínica del grupo Hedonai, formalicé un contrato por un número de sesiones de fotodepilación láser + sesiones de presoterapia de regalo (que conmutaban por sesiones de láser, ya que no estaba interesado en presoterapia)”, recuerda Ortiz. “Durante un tiempo todo marchó bien”, relata.

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Consumidor Global

La última sesión para la que le habían dado cita correspondía a principios de febrero de 2023, indica, en un momento en el que a Ortiz le quedaban la mitad de sesiones contratadas por disfrutar. Sin embargo, a mediados de enero de 2023 recibió un SMS de Hedonai donde le comunicaban que esa cita para a principios de febrero había sido cancelada.

Sin llamadas de Hedonai

“Al principio no me alarmé, puesto que en 2022 me habían cancelado la cita que tenía en dos ocasiones (por motivos técnicos), pero pasados unos días siempre me llamaban para concertar una nueva cita. En esta ocasión pasaron varios días y al no recibir llamada o comunicación alguna por parte de la clínica decidí entrar en Google para buscar el número de teléfono y llamar yo”, recuerda.

Entonces, al buscar esos datos, descubrió el pastel: vio que en el apartado de los horarios había un mensaje “que indicaba que el centro estaba temporalmente cerrado”.

Cierre de centros

“Desde luego, algo no iba bien”, cuenta. El centro estaba cerrado y no podía contactar directamente con el personal que conocía. Buscó información por medios y redes sociales y descubrió que el grupo Hedonai “se encuentra en concurso de acreedores desde el 12 o 13 de enero (no recuerdo el día exacto) y que habían cerrado una serie de centros en toda España”.

Pero la empresa no lo comunicó a sus clientes: “Dicho cierre se produce sin avisar, con absoluta opacidad”, define. Incluso reconoce que más tarde pudo hablar con una de las antiguas empleadas de su clínica, quien le reconoció que a ellas tampoco les habían avisado con antelación. “No hay contacto directo con el departamento que se supone que tiene que tramitar los casos de todos los afectados por los cierres”, añade Ortiz.

“No pueden hacer nada”

“Hablando con Atención al cliente me dicen que ellos no pueden hacer nada, que como mucho pueden comunicar al departamento correspondiente que se pongan en contacto conmigo (cosa que nunca ocurrió, a pesar de mis reiteradas llamadas a lo largo de los últimos 6 meses)”, afirma.

También le han asegurado, cuenta Ortiz, que Hedonai “quiere cumplir” los compromisos alcanzados con los clientes, de manera que les han ofrecido seguir el tratamiento en otra clínica. Pero eso no siempre es factible. “La más cercana a mi domicilio que actualmente se encuentra abierta está a 40 minutos en coche ida y otros 40 minutos vuelta, lo que hace que sea inviable”, explica este afectado.

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Juan Manuel Del Olmo

Formulario para la devolución del dinero

La segunda opción que le ha dado Hedonai consiste en rellenar un formulario en su página web solicitando el reembolso de la parte que le queda por disfrutar del tratamiento. Pero, a pesar de cumplimentarlo, Ortiz no ha obtenido su dinero. “He rellenado el formulario varias veces, he llamado a todos los números de atención al cliente que he encontrado, he escrito correos a atención al cliente y a una persona que se puso en contacto conmigo supuestamente del departamento que está gestionando las devoluciones”, enumera.

“No he recibido respuesta ni a la mitad de mensajes enviados, las llamadas han resultado una pérdida de tiempo y el formulario una tomadura de pelo porque prometen que se pondrán en contacto conmigo y meses después todavía no ha ocurrido”, indica.

Ganas de “perderlos de vista”

“Tras mucho batallar conseguí que me dijeran cuánto pensaban devolverme (250€). Estoy seguro de que me deben el doble, pero después de todo estoy dispuesto a coger los 250 y perderlos de vista”, cuenta Ortiz. Obtuvo esa información de Hedonai a mediados de marzo, cuando le dijeron que en un plazo de 7 días le contactarían para confirmar el ingreso de la devolución.

Han pasado cuatro meses, cuenta Ortiz, y todavía no ha recibido “un solo euro de lo que me corresponde”. Además, al no obtener su dinero tampoco puede decidirse a buscar otra clínica para recibir el tratamiento. “Llevo 6 meses de retraso en un tratamiento que llevo haciendo casi 10 años por prescripción médica, y nada apunta a que vaya a recibir el dinero en un futuro cercano”, lamenta.

Dejar que pase el tiempo

“Hace tiempo que no contestan a mis mensajes y sólo puedo pensar que pretenden dejar que pase el tiempo y no devolver lo que nos corresponde a los clientes que pagamos el tratamiento en su día esperando seriedad y profesionalidad”, añade. Según sus estimaciones, “Hedonai ha estafado a cientos de personas en este país”, así que cree que lo correcto sería recibir indemnizaciones.

Con todo, alaba al personal de la clínica, pero se muestra muy crítico con los responsables de la empresa “por todo el daño que están haciendo, por la falta de información que tenemos los clientes perjudicados y porque ilícitamente están reteniendo un dinero que no les pertenece”.

Quejas en redes

“Sigo esperando que abonéis el dinero de las sesiones contratadas. Si cerráis un centro tenéis que pagar lo que dejáis pendiente”, dice un cliente en redes sociales. “No entiendo como El Corte Inglés puede tener entre sus instalaciones una clínica tan nefasta como Hedonai. Con denuncias, quejas, reclamaciones y un sinfín de clientes afectados por sus servicios”, apunta otra. “Solo os importa ganar dinero y os desentendéis de los clientes”, protesta un tercero.

El descalabro es tal que son muchos los medios de comunicación que ya se han hecho eco del mismo, desde Málaga a Cantabria. Tratamientos sin terminar ya pagados, y deudas, las consecuencias del cierre de clínicas Hedonai, titula Canal Extremadura. Por su parte, Diario Sur hablaba, ya en marzo, de Incertidumbre tras el cierre del centro estético Hedonai en Atarazanas. También hay quienes ponen el foco en la frágil situación de los trabajadores: Una cadena de clínicas estéticas deja a cinco cordobesas en ERE y sin sueldo desde marzo, apunta Cordópolis.

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Ana Carrasco González

La postura de Hedonai

A preguntas de este medio, desde Hedonai explican que la empresa se encuentra en un proceso concursal, después de que el enero 2023 “recibiéramos una oferta de compra vinculante por el 80% de la unidad productiva de la Compañía”. Esto significa, alegan, que 51 de sus centros “siguen funcionando con total normalidad”, de los 66 que había en enero 2023.

De los 15 cerrados, “8 tienen derivación a centros cercanos”. Sobre el retraso en el proceso, explican que “se ha visto dilatado en el tiempo tras las diferentes huelgas de Justicia y estamos preparando la solución para que los clientes puedan cumplir lo que han comprado, tanto Hedonai como la oferta contemplan y garantizan ofrecer una solución a los clientes para que puedan ejecutarse su tratamiento en el menor tiempo posible”, señalan.

Tratamientos que siguen con “normalidad”

“El 80 % de los clientes están continuando sus tratamientos con normalidad en centros cercanos. Los clientes de los centros de Salamanca, Valladolid, Mérida, San Sebastián, Santander, Gerona y Lérida que no tienen centros cercanos son los casos que se están revisando de manera individual”, indican. 

Sus estimaciones, a pesar del gan volumen de quejas, es que el porcentaje de afectados “no llega al 1,25 % del total de los clientes de Hedonai”.