Sube el precio de la electricidad, el de las materias primas, el de la cesta de la compra… y también cuestan más las cervezas en el bar. Duele, pero lo más seguro es que sea sí. Tomarse una caña fuera de casa será más caro este 2022, y el primero en anunciarlo ha anunciado el grupo Heineken, que aglutina Amstel, Cruzcampo y Cerveza El Águila. Sin embargo, no ha especificado cuánto.
Dado que Heineken España (dependiente de la gran compañía neerlandesa) es uno de los grupos cerveceros con más presencia en nuestro país, es de esperar que el resto hagan lo mismo para no cargar con una peligrosa mochila de costes. Si la situación económica no mejora pronto (y a la titilante luz de la inflación parece que no), brindar será más caro.
Subida del precio de la cerveza a nivel global
El grupo Heineken fue el que hizo saltar las alarmas al anunciar que aplicaría una subida de precios para sus 150.000 clientes del sector Horeca (hoteles, bares, restaurantes y 'catering') al inicio de 2022. El incremento, según detallaron desde la compañía, venía motivado por la subida de costes. No es un movimiento que se limite a España: en la República Checa, el país con mayor consumo de cerveza per cápita, tres fabricantes (entre ellos Budweiser Budvar) han tomado la misma decisión. Otra insignia del sector del lúpulo, Corona Cervezas, ha admitido que subirá los precios debido a la subida de materias primas, el vidrio en este caso.
Con este panorama, más del color de Guiness que de Mahou Clásica, cabe preguntarse si otros grupos cerveceros españoles tomarán este camino. En Consumidor Global nos hemos puesto en contacto con el Grupo Damm y no se han mojado mucho: “Si tuviéramos cualquier comentario al respecto, nos pondríamos en contacto”, dicen a este medio. Por su parte, fuentes del sector cervecero cuentan a este medio que hablar de precios es “delicado”, pero que no es descartable que el resto de grupos tengan que tomar la misma decisión.
El incremento de costes lo sufrirá el consumidor
“Tienen que repercutir el incremento de costes de transportes y, sobre todo, del precio del cereal”, explica Emili Vizuete i Luciano, experto en consumo y director del Máster en Comercio y Finanzas Internacionales de la Universidad de Barcelona. Este profesor argumenta que tanto el transporte marítimo como la gasolina estaban disparados hace unas semanas. Además, las que producen en España no lo tienen mucho mejor: “Moritz, por ejemplo, fabrica cerveza en Zaragoza, pero la distribuye a toda Cataluña y eso también tiene sus costes”.
Por su parte, desde Hostelería de España enmarcan la subida en un lamento más general, el “incremento generalizado de los precios energéticos y materias primas”, a los que hace frente el sector “desde hace meses”. Tal y como detallan, en el último semestre de 2021 “el IPC experimentó subidas continuas”. Esto, resaltan, pone al sector en una situación de pérdida de competitividad con respecto a los mercados competidores. La escena, en su conjunto, es preocupante: una pandemia que no termina de remitir, unos costes que no bajan y la cerveza, santo y seña del terraceo, amenazando a su vez el gasto.
¿Hasta cuándo?
En Consumidor Global hemos preguntado en algunos bares de España qué esperan que ocurra y si la caña será mucho más cara este año. De momento, muchos están a la espera de lo que suceda. También cabe preguntarse qué pasará en los supermercados. “En los restaurantes, el margen de beneficio es mayor y hay más costes”, recuerda Vizuete. Otra posibilidad es que se hayan aprovisionado bien de stock de cara a Navidad, lo que podría contener las subidas durante un tiempo, sugiere el profesor.
Además, según Vizuete, “las aguas tienen que tranquilizarse”, por lo que el aumento de precios no será eterno. “A medio plazo, creo que los costes tienen que bajar”, señala el experto. Entonces, se podrá brindar.