En plena transición, la zaragozana Ambar se destapó y sacó la primera cerveza sin alcohol. Era mayo del 76, y ya empezaba a escucharse aquello de “una cerveza sin alcohol no es una cerveza”. Ahora, 45 años después, los españoles consumen 490 millones de litros de cañas de esta variedad al año. La familia de las ‘sin’ ha crecido, y aunque las grandes compañías lideran el mercado, también algunas artesanas han visto una oportunidad de negocio y se han lanzado, pese a las dificultades técnicas y económicas que conlleva, a elaborar este tipo de cervezas. Sin embargo, otras se han quedado en el barril de la bodega a la espera de una nueva normalidad que no llega.
La primera de las artesanas fue La Chula Sin, de Cervezas Villa de Madrid, y le han seguido cuatro valientes: Birra&Blues, Cerveza Mica, La Cibeles y Cervezas Majara, una pequeña cervecera fundada por dos madrileños que está especializada en birras de baja graduación --todas por debajo de 2,5 %--. Estos últimos sacaron en 2019 la I love low y la Low me tender. Después, en 2020, se atrevieron pese a la pandemia a lanzar una cerveza con una de graduación inferior a 1 % --por debajo de este contenido alcohólico la legislación española permite etiquetar una cerveza como una variedad sin alcohol--.
Una en el mercado, dos en espera
“Durante el confinamiento hablamos con la cervecera valenciana Zeta Beer sobre la posibilidad de sacar una artesana sin alcohol en colaboración”, explican Ángel Cózar y Alex Ortega, dueños de Majara a Consumidor Global. Así, ambas empresas compartían gastos, conocimientos y riesgos. “Pensamos que podría hacerse un hueco en el mercado porque casi no hay referencias artesanas sin alcohol en España”, apunta Cózar. Y dicho y hecho. El pasado verano, ambas cerveceras sacaron Be-Low, una aromática IPA de 0,65 % con mucho cuerpo. “La consumen por igual hombres y mujeres. También gente que antes no tomaba cerveza. Ha tenido un muy buen recibimiento y seguimos vendiendo lotes”, apunta Cózar.
Pero no todo ha sido tan sencillo. “Queríamos sacar tres variedades, pero las dos restantes están en espera”, explica Ortega. La incertidumbre que todavía impera en el mercado ha hecho que tengan que guardar sus nuevas artesanas sin alcohol en la nevera. “Tenemos pequeños lotes de entre 20 y 30 litros cuyas recetas están diseñadas, probadas y listas para producir y comercializar. Queríamos sacar una en primavera, pero visto lo visto, hemos decidido esperar”, se sincera Cózar. La situación actual obliga a los pequeños empresarios a ser prudentes y a medir al milímetro sus inversiones. “Sacaremos más referencias en cuanto podamos”, lamenta Ortega.
Las grandes cerveceras lideran el mercado de las Sin alcohol
“La tendencia ascendente de este tipo de cervezas es imparable, por ello hemos ampliado nuestra oferta sin alcohol”, apunta el maestro cervecero Luis Alvar, de Estrella Galicia, que ahora cuenta con tres propuestas en esta categoría: Estrella Galicia 0,0 Tostada, la 0,0 Negra y la tradicional 0,0. Por su parte, el grupo cervecero líder en esta variedad de birras, Mahou San Miguel, incrementó el volumen de ventas de su Mahou 0,0 Tostada un 117 % en 2019, y en el primer trimestre de 2020 representó el 17 % de la cuota de mercado.
En España, el 13% del total de cerveza que se consume no lleva alcohol, un porcentaje que sitúa al país como el primero de Europa, según el último informe oficial de Cerveceros de España de 2019. Además, ese mismo año esta variedad incrementó sus ventas el doble --un 7%-- que la cerveza tradicional. Unos hábitos de vida saludables, la seguridad vial y el consumo son los principales motivos de esta tendencia favorable que, una vez supere este bache temporal, los cerveceros confían en que siga al alza.