Comprar ropa por internet puede ser una experiencia desagradable. No solo por los habituales retrasos de algunas empresas de reparto o porque Zara ya cobre por las devoluciones online; sino porque las tiendas de moda que tienen comportamientos poco éticos o incluso supuestamente fraudulentos proliferan a medida que crece el comercio online. Una de las webs que está en la diana por su actitud sospechosa es CeroCincuenta: numerosos consumidores han denunciado que la calidad de la ropa no se corresponde con el aspecto que tienen las prendas en fotos y que la compañía tampoco se hace cargo de las devoluciones.
En un primer vistazo, de Cerocincuenta.com sorprende la variedad de la oferta: todo tipo de ropa para mujer, incluida lencería y ropa de baño; calzado, complementos (desde gafas de sol a sombreros), accesorios como anillos y pulseras e incluso artículos del hogar, como cortinas o fundas de sofá. Todo, con un aire a AliExpress.
Imposible contactar
“Mi expareja compró un vestido a esa empresa. Tardó más de un mes y medio en llegar, y cuando lo hizo, el vestido no se correspondía a la talla solicitada, era mucho mayor. Les escribimos con el fin de cambiar la talla o que devolvieran el dinero. No respondieron. Les volvimos a escribir por Facebook e Instagram. No respondieron. Les llamamos al teléfono que indicaban y tampoco respondían”, cuenta a este medio Víctor León.
“Finalmente les escribimos más serios y decepcionados, y la respuesta de ellos fue bloquearnos, con el fin de que ya nunca pudiésemos molestarles. En definitiva, una mala atención al cliente, un producto no deseado y una empresa que se queda con tu dinero desentendiéndose de si es lo que quieres”, denuncia.
Sin información sobre el origen de las prendas
En Cerocincuenta.com no se especifica dónde están fabricadas las prendas que se comercializan, ni tampoco en las redes sociales de la empresa, donde CeroCincuenta goza de cierta presencia: tiene 3.500 seguidores en Instagram y 44.000 en Facebook. Pero ni siquiera en los encabezados o en los apartados de descripción hay información sobre el origen. “Encuentra en Cero Cincuenta la ropa que siempre has buscado”, se puede leer. Y poco más.
Con todo, la apariencia es la de una tienda española: en el apartado de términos y condiciones se dice que los envíos a destinos en España se realizan por Correos con unos tiempos de envío de entre 10 y 21 días laborales, que ascienden de 12 a 24 en el caso de Canarias y Baleares.
“Esto es un gran fraude”
En el foro de valoraciones Trustpilot hay solo 88 opiniones sobre la compañía, la inmensa mayoría malas y en la línea de lo que denuncia Léon: “Llegaron unas botas totalmente diferentes a las que había pedido”, dice una usuaria. “Esto es un gran fraude, he gastado 80 euros, dos jerséis y unas deportivas. Las deportivas puro plástico con olor a pegamento, los jerséis nada tienen que ver con lo que se anunciaba en la página. No sé cuántos correos he mandado y no me dan una respuesta”, explica otra. Se repiten las palabras “fraude” o “sin pedido”.
Consciente de esta mala imagen, la empresa critica a Trustpilot: “Queremos expresar nuestro desacuerdo con Trustpilot por permitir todo tipo de comentarios sin pruebas con palabras muy dañinas como estafa y estafadores. Nuestro tiempo de envío está explicado en nuestra web y no entendemos cómo se permiten estos comentarios de personas que después han recibido su pedido o de personas que no constan en nuestra base de datos y no sabemos quiénes son”. Añaden que tienen “muchas clientas satisfechas y fotos reales de cómo les quedan nuestros productos y varias colaboraciones en Instagram”.
Sin razón social clara
No parece que sea del todo cierto. Un vistazo rápido a su cuenta de Instagram evidencia que predominan las fotos de los artículos a la venta y de modelos que los llevan. Otro dato llamativo es que, según Gowork, CeroCincuenta es una empresa con sede en Jaén dedicada al “comercio al por menor de aparatos electrodomésticos en establecimientos especializados”. En cambio, en Axesor se dice que su objeto social es el de “intermediación de operaciones de telecomunicación en todas sus modalidades”.
Ana Ballesteros también sufrió un envío fantasma por parte de CeroCincuenta. Compró dos pares de sandalias, y desembolsó por cada uno de ellos 25 euros. “Se hizo la compra, se pagó y nunca llegó. El teléfono de contacto nunca atendió, lo mismo que el correo electrónico. ¡Una estafa en toda regla!”, clama. Molesta, escribió un comentario crítico en Twitter en el que mencionaba a la empresa, que, en vez de intentar solventar la indecencia, la bloqueó, tal y como ha mostrado Ballesteros a este medio.
Términos y condiciones
Este medio ha intentado contactar con CeroCincuenta para preguntar por estas incidencias, pero no ha obtenido respuesta. No obstante, el apartado de términos y condiciones de la web deja poco espacio para la esperanza. Casi vienen a decir “no se fíe usted de nosotros”.
“De vez en cuando puede haber información en nuestro sitio o en el Servicio que contiene errores tipográficos, inexactitudes u omisiones que puedan estar relacionadas con las descripciones de productos, precios, promociones, ofertas, gastos de envío del producto, el tiempo de tránsito y la disponibilidad. Nos reservamos el derecho de corregir los errores, inexactitudes u omisiones y de cambiar o actualizar la información o cancelar pedidos si alguna información en el Servicio o en cualquier sitio web relacionado es inexacta en cualquier momento sin previo aviso (incluso después de que hayas enviado tu orden)”, declaran.
Información inexacta
Tampoco asume CeroCincuenta “ninguna obligación de actualizar, corregir o aclarar la información en el Servicio o en cualquier sitio web relacionado, incluyendo, sin limitación, la información de precios, excepto cuando sea requerido por la ley”.
Ni siquiera aseguran que el uso de su servicio “será ininterrumpido, puntual, seguro o libre de errores”, ni que los resultados sean “exactos o confiables”. En definitiva, la confianza que transmite el sitio está más próxima al cero que al cincuenta.